Los precios de los carburantes siguen subiendo en las gasolineras de Marruecos, provocando resentimiento entre los marroquíes, que temen un aumento de sus efectos sobre el poder adquisitivo, en un momento en el que el Gobierno no ha tomado ninguna decisión respecto a esta subida, más allá de hablar de subvención para los profesionales del transporte.
En este sentido, el alza de los hidrocarburos a nivel mundial ha causado un gran problema a Marruecos, en dos niveles: materiales básicos y costo de producción. De ahí urge la necesidad de que el Gobierno debe asignar recursos adicionales al fondo de compensación, más allá del subsidio que otorga al gas butano (17 mil millones de dirhams en 2022).
Además, el aumento de los precios de los combustibles supondrá un aumento del coste del transporte y la logística dentro de Marruecos, e incluso de los materiales que importa el Reino. Esto encadenará el aumento del coste de materiales de construcción, aluminio, cobre o hierro.
La subida de los costes, abre la puerta a otros problemas relacionados con la competitividad de la contratación, que se verá afectada, y con ella el poder adquisitivo del ciudadano, independientemente de su estatus. Por lo tanto, se requiere que el Gobierno apoye al sector del transporte, a través de fórmulas diferentes; ya sea asumiendo la diferencia o recurriendo al escenario de soporte directo.
El Gobierno también debe dirigir el apoyo a otros sectores, para que el poder adquisitivo de los ciudadanos se mantenga en sus niveles normales, ya que la subida de precios está muy ligada a la paz y seguridad social.
17-03-2022