La Agencia Internacional de Energía (AIE) dijo este miércoles que teme un «shock» en el suministro mundial de petróleo, tras las sanciones contra Rusia tras la invasión de Ucrania, al tiempo que rebajó su previsión para la solicitud para 2022.
“La perspectiva de interrupciones a gran escala en la producción rusa amenaza con crear un shock en el suministro mundial de petróleo”, escribe la agencia, que asesora a los países desarrollados sobre su política energética, en un informe mensual. La guerra en Ucrania generó una alta volatilidad en los mercados del petróleo, cuyos precios se acercaron a sus máximos históricos (el Brent alcanzó los 139,13 dólares el 7 de marzo) antes de retroceder.
Rusia es el mayor exportador del mundo, con 8 millones de barriles por día (mb/d) de crudo y productos refinados destinados al resto del mundo.
Si Estados Unidos y Reino Unido decidieron un embargo sobre el petróleo ruso tras la invasión de Ucrania, el sector energético queda excluido de las sanciones europeas en particular. Sin embargo, la AIE señala que muchas empresas (compañías petroleras, corredores, bancos…) se han alejado de Rusia. Estima que 3 mb/d de petróleo ruso podrían no estar disponibles a partir de abril, un volumen que podría aumentar si las sanciones se vuelven más severas o si aumentan las condenas públicas a Rusia.
Ante estas pérdidas, “hay pocos indicios de un aumento de la oferta procedente de Oriente Medio o una reasignación significativa de los flujos comerciales”, señala la AIE.
La Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) y sus aliados, en particular Rusia, dentro de la OPEP+ se niegan a aumentar su producción para aliviar el mercado, aferrándose a un aumento gradual de 400.000 barriles por día cada mes. Los países con capacidad de producción adicional -Arabia Saudí y Emiratos Árabes Unidos- no muestran voluntad de abrir más el grifo, mientras que la perspectiva de un regreso de Irán, en el marco de un posible acuerdo sobre el expediente nuclear, no será inmediata.
16-03-2022