Hace exactamente 4 meses la sede de la Biblioteca Nacional del Reino de Marruecos en Rabat acogió, un encuentro intelectual para la presentación del libro «El Sáhara, la decadencia del totalitarismo», del escritor y periodista español José María Lizundia.
A través de su libro, Lizundia aborda «los prejuicios de la sociedad española a favor del Polisario y contra Marruecos», tratando además el marco geoestratégico, político y cultural que dio origen al Polisario en 1973.
Interesado en asuntos del Magreb y las relaciones hispano-marroquíes, José María Lizundia concede una entrevista a «Marruecom», en la que analiza la situación actual entre los dos estados, el ascenso de Vox en la escena política española y sobre el Plan de Autonomía propuesto por Marruecos desde 2007 para cerrar de una vez por todas el conflicto del Sáhara.
P: ¿Cómo explica usted la continuación de la crisis entre España y Marruecos?
R: Persiste la continuidad de la crisis porque mientras una de las partes, Marruecos, trata de penetrar en el fondo del asunto desde un punto de vista estratégico, España utiliza el tactismo, especialmente el de que las fricciones desparezcan solas. El paso del tiempo como gran bálsamo, que hace patente la manifiesta desconsideración de ese planteamiento.
P: ¿Cuál es el papel del actual presidente del Gobierno español Pedro Sánchez en esta crisis?
R: El papel de Pedro Sánchez en esta crisis no difiere de sus actuaciones en España, un gobernante ya vinculado a la mentira, la falta de palabra, el cambio de criterio, el ocultamiento, como también ha demostrado por última vez en el caso de Ucrania. Es un presidente al que el presidente de Estados Unidos no le ha convocado ni consultado una sola vez siendo tan frecuentes las reuniones con los aliados. Es obvio que no inspira ninguna confianza.
P: Los altos responsables españoles han expresado varias veces la buena intención de España para reanudar las relaciones con Marruecos; pero el encuentro de Sánchez con el líder del Polisario en Bruselas contradice eso y es el único presidente europeo que se ha entrevistado con Brahim Ghali ¿Cómo usted interpreta ese encuentro?
R: El encuentro de Sánchez con Ghali ahonda en su forma de vivir la política. Vemos que más que acciones de Gobierno o diseños estratégicos de políticas claras, en Pedro Sánchez prima sobre manera la irresponsabilidad, la falta de compromiso, deberes, consideración debida, lealtades, confianza, gestos.
P: ¿Cuál es su visión al futuro de las relaciones hispano-marroquies?
R: No veo futuro distinto en las relaciones entre los dos países, poque no veo a España con voluntad de cambiar su posición respecto al Sáhara, que basada en la evidencia de que Naciones Unidas es absolutamente incapaz de progresar en la resolución del diferendo, (España) se sumara a los estados que han reconocido la soberanía territorial de Marruecos sobre el Sáhara. Hay sobrados argumentos y razones para defender esa tesis, de hecho es la única que los tiene. La comunidad internacional de naciones soberanas no es sólo la que está representada en Naciones Unidas (con su nulidad resolutoria), sino también es la comunidad abierta y horizontal de naciones dispuestas a intervenir concertadamente para solucionar un conflicto, completamente agarrotado y enfangado y sin posibilidad alguna de arreglo por parte de las Naciones Unidas.
P: ¿La posible participación de Vox en el futuro Gobierno español, podría empeorar esas relaciones?
R: En principio VOX complicaría las relaciones bilaterales, sin excluir eventuales entendimientos. A quienes nunca apoyarán es al Frente Polisario.
P: ¿Usted piensa que el plan de Autonomía propuesto por Marruecos, podría ser una solución eficaz al conflicto del Sáhara?
R: La comunidad internacional con decisiones colectivas en pos de objetivos determinados, tiene mayor creatividad, iniciativa, capacidad de evolución y solución, que la 4ª Comisión de Naciones Unidas completamente esclerotizada al ser emanación de un mundo (descolonización/post II Guerra Mundial) absolutamente caduco y extemporáneo, gracias a un nuevo procedimiento (los reconocimientos del territorio) realmente práctico y funcional, con decisiones de facto que más tarde serán de iure.
Por último, frente al ya anacrónico derecho de autodeterminación de la época de la descolonización (de los 17 Territorios No Autónomo ninguno está ya interesado en aquel derecho) hay que tener en cuenta un nuevo elemento de suma importancia para la convalidación de una nueva soberanía de un estado en Derecho internacional, que es el reconocimiento del nuevo estado por terceros países: Como Eslovenia, que fue reconocida por Alemania, tras el colapso de la antigua Yugoslavia, al que siguieron otros países. Así fue como Eslovenia se autodeterminó. Que se repetiría con otras nuevas naciones balcánicas.
por: Ayoub Rochdane
09-03-2022
