Ante la sequía que azota este año a Marruecos, el Gobierno ha decidido prohibir el cultivo de la sandía, un fruto que contribuiría fuertemente al estrés hídrico que se vive en el sureste del país.
Según el Ministro de Equipamiento y Agua, Nizar Baraka, la sandía es un cultivo de gran valor añadido y alto rendimiento para el sector agrícola, pero consume grandes cantidades de agua durante dos o tres meses al año.
En consecuencia, el ejecutivo decidió prohibir esta producción, para responder a la difícil situación hídrica que vive el país. Velará por la estricta aplicación de esta decisión, aseguró el Ministro, quien destacó que el objetivo no es parar completamente la producción, sino trabajar de acuerdo con una lógica racional y de manera que permita ahorrar recursos en agua.
Este mes, «el Gobierno lanzará un contrato de napa freática para determinar las cantidades de agua a consumir e identificar el tipo de agricultura que se desarrollará en estas áreas» a partir de un enfoque participativo con los funcionarios electos y los diversos actores, concluyó el Ministro.
05-03-2022