
21-02-2022
por: Khalid Cherkaoui Semmouni – Profesor de Ciencias Políticas en la Facultad de Derecho de Rabat.
La mediación de Marruecos en la crisis de Libia, que pretende consolidar un diálogo interlibio constructivo, podría sin duda llegar a un consenso sobre los puntos de conflicto y crear un clima favorable para adoptar una solución política global.
El primer evento, en el que Marruecos tuvo un papel destacado, fue el 17 de diciembre de 2015, que estuvo marcado por la firma del Acuerdo de Skhirat bajo los auspicios de las Naciones Unidas para poner fin al conflicto en Libia. Luego, se estableció el Gobierno de Coalición de Libia y fue reconocido por la comunidad internacional como el único representante legítimo. Este Acuerdo de Skhirat sigue siendo el marco ideal para la reconciliación nacional y constituye la referencia política para todas las instituciones libias. Sin olvidar, a continuación, las cuatro rondas del diálogo entre las partes libias que tuvieron lugar en Bouznika.
La más importante es la 2ª ronda del diálogo del 2 al 6 de octubre de 2020 entre las delegaciones libias representantes del Parlamento de Tobruk y el Alto Consejo de Estado, que fue sancionada por un acuerdo global sobre los criterios y mecanismos transparentes y objetivos para ocupar los puestos de soberanía libios: el banco central, la comisión anticorrupción, la Alta Comisión Electoral y el Consejo de la Magistratura. Estos acuerdos se basan en el artículo 15 del acuerdo político libio alcanzado en Skhirat en diciembre de 2015 y en la confirmación de las conclusiones de la Conferencia de Berlín en apoyo de la solución política y sobre la base de las resoluciones pertinentes del Consejo de Seguridad.
Cabe recordar que los Líderes libios presentes en Marruecos siempre han saludado el importante papel desempeñado por el Reino en el expediente de la crisis de Libia, bajo el liderazgo del Rey Mohammed VI, saludando las posiciones históricas del Reino y su apoyo a la realización de la voluntad del pueblo libio para la celebración de elecciones presidenciales y legislativas.
En efecto, este diálogo interlibio, que tuvo lugar en Marruecos, país hermano de Libia y que comparte con él las mismas ambiciones de desarrollo, progreso y estabilidad, se caracterizó por un espíritu de responsabilidad y de consenso. Este es un diálogo entre libios y no un diálogo sobre Libia y que este último está dirigido por los propios libios sin ninguna injerencia extranjera. Se trata de una iniciativa marroquí, bajo el liderazgo del Rey Mohammed VI, para alcanzar un consenso político que contribuya a la estabilidad y prosperidad de Libia, y que permita a este país salir de la crisis que conoce desde hace años.
Además, Marruecos adopta una posición constructiva, basada en la neutralidad positiva. Y gracias a su política exterior basada en los principios de paz y seguridad, tanto en África como en el mundo árabe, y también a su experiencia en la mediación, Marruecos ha podido jugar un papel clave en el proceso de negociación entre las partes beligerantes, reuniendo los puntos de vista divergentes entre ellos y creando un clima favorable para alcanzar una solución política global.
Además, este papel constructivo de Marruecos para facilitar el diálogo libio ha sido ampliamente bienvenido y apreciado por las capitales occidentales y árabes y por varias organizaciones internacionales y regionales, encabezadas por las Naciones Unidas (ONU), que apoya todas las iniciativas que promoverían y complementarían la paz y los esfuerzos en curso para resolver la crisis libia, incluidos los últimos esfuerzos de Marruecos, que acogió las sesiones de diálogo entre libios.
Por su parte, la Unión Europea (UE) saludó y alentó la iniciativa marroquí como una contribución oportuna a los esfuerzos desplegados por Naciones Unidas con miras a una salida política a la crisis en Libia, que garantice la cohesión del país, su integridad territorial y su soberanía.
Sin olvidar, que el Enviado Especial para Libia y Jefe de la Misión de Apoyo de las Naciones Unidas en Libia, Ján Kubiš, el 13 de septiembre de 2021, expresó durante su visita a Marruecos su agradecimiento al Reino por ser un socio sólido y un actor activo de la comunidad internacional por su apoyo al proceso político que debería conducir a una mayor estabilidad, unidad y cooperación en Libia.
A modo de conclusión, los Acuerdos de Bouznika representan la hoja de ruta para cualquier diálogo entre libios en el futuro. Se tratará de acordar las elecciones presidenciales y legislativas, el establecimiento de un parlamento unido y un Gobierno de unidad nacional, la adopción de una nueva constitución y la construcción de un ejército verdaderamente nacional.