19-02-2022
El programa excepcional, elaborado por el gobierno, en ejecución de las directrices reales, para mitigar los efectos del retraso de las lluvias, apunta a tres componentes, a saber, la resiliencia, la soberanía alimentaria y la solidaridad, dijo el economista y especialista en políticas públicas, Abdelghani Youmni.
«El principal desafío del programa excepcional, decidido de antemano, es mitigar los efectos de la sequía. La liberación de 10 mil millones de dirhams (MMDH) tiene como objetivo proteger el capital animal, ganadero y vegetal y forestal para el componente de resiliencia del trilema marroquí, asegurar el suministro de perforaciones y trigo, para el componente de soberanía alimentaria y proporcionar apoyo financiero para financiar los atrasos en los préstamos bancarios de los pequeños agricultores y el seguro de cosecha, en relación con el componente de solidaridad», explicó Youmni.
La misma fuente subrayó que más del 75% del agua utilizada en Marruecos es absorbida por la agricultura, recordando que el Ministerio competente indicó en un informe de 2018 que las precipitaciones seguirán bajando un 11% y la temperatura aumentará un 1,3 ºC
“Ante este cambio considerable e igualmente progresivo, la ecuación económica del agua merece resolución, al igual que la baja productividad agrícola del agua en Marruecos”, estimó el economista.
También ha señalado que los objetivos marcados en el marco de la estrategia “Generación Verde 2020-2030” resume la necesidad de una revolución en el mundo rural y reflejan la voluntad de crear dos motores de crecimiento para Marruecos, uno urbano y otro rural. “Pero este último tendrá que lidiar con los riesgos del agotamiento del agua y los desafíos ambientales”.
“Por tanto, es con vistas a considerar definitivamente el agua como un recurso estratégico y transformar los obstáculos del estrés hídrico en ventajas, que Marruecos tendrá que inspirarse más bien en países que tienen grandes componentes agrícolas en su PIB sin tener agua en abundancia”, concluyó Youmni.