11-01-2022
Se espera que la economía marroquí crezca un 3,2% en 2022, según las previsiones del Banco Mundial publicadas hoy martes 11 de enero de 2022. En una actualización de su «World Economic Outlook», la institución financiera internacional indica que el ritmo de crecimiento de la economía de Marruecos alcanzará este valor, debido a la ralentización de la producción agrícola.
Para 2021, el PIB de Marruecos aumentó un 5,3%, tras una contracción del -6,3% en 2020, recuerda la misma fuente. La región de Oriente Medio y Norte de África (MENA) experimentó una recuperación económica considerable en la segunda mitad de 2021. La producción ha vuelto a su nivel anterior al Covid en varios países, afirma la institución. Sin embargo, el desempeño económico ha sido desigual en la región, dependiendo de la gravedad y los efectos de la pandemia del nuevo coronavirus.
A nivel mundial, se espera que el crecimiento se desacelere significativamente al 4,1 % en 2022 y al 3,2 % en 2023, en comparación con el 5,5 % en 2021, debido a la desaceleración de la recuperación de la demanda y al retiro de las medidas de apoyo fiscal y monetario, según la misma fuente. A medida que los sectores intensivos se recuperen y los recortes en la producción de petróleo se desvanezcan, junto con políticas acomodaticias, se espera que el crecimiento en la región MENA se acelere al 4,4 % en 2022, es decir, más que la tasa esperada en junio de 2021, antes de desacelerarse al 3,4 % en 2023, creen los expertos de la institución.
Se espera que la brecha en el ingreso per cápita promedio entre los países de la región y los países avanzados se amplíe durante el período de pronóstico, argumentan los autores del informe, en la sección dedicada a la región MENA. Se espera que el aumento de los precios del petróleo y el gas natural y el aumento de la producción beneficien a los exportadores de energía. Se informa que las perspectivas a corto plazo también han mejorado para los importadores de crudo.
«Los nuevos brotes de Covid-19, el malestar social, los altos niveles de deuda en algunos países y los conflictos podrían obstaculizar la actividad económica en la región MENA», subrayó el Banco Mundial. Con menos de dos quintas partes de la población de la región completamente inmunizada (y concentrada principalmente en países de altos ingresos), la interrupción económica de la pandemia sigue siendo un «riesgo importante», agrega.
Asimismo, las fluctuaciones en los precios del petróleo podrían debilitar la actividad en la región, provocando perdedores y ganadores para los importadores y exportadores de petróleo, según sea el caso. La falta de inversión en el sector podría evitar que los países exportadores aprovechen los altos precios del petróleo, advierten los autores del artículo, y enfatizan que la rápida propagación de la variante Omicron podría frenar la demanda mundial y conducir a precios más bajos del petróleo.