06-01-2021
Los trabajadores transfronterizos marroquíes, que llevan casi dos años varados en Ceuta y Melilla, renovaron sus llamamientos a una solución a su problema, ante la falta de esperanzas de reabrir los pasos fronterizos en un futuro próximo.
El cierre de las fronteras terrestres entre Marruecos y Ceuta y Melilla, debido al nuevo Coronavirus, dejó a los ciudadanos del Reino que laboran en las dos ciudades, incapaces de regresar con sus familias a Marruecos.
El diario «Vozpópuli» desveló que esta categoría, si bien sigue exigiendo una solución para entrar en Marruecos, no hay esperanzas de que esto se logre, en el corto plazo, y agregó, citando fuentes de seguridad, que son muchas las dificultades encontradas para permitir que estas personas, en una situación excepcional, atiendan sus solicitudes, lo que solo puede ocurrir a través de la vía diplomática.
La misma fuente agregó que la reciente crisis diplomática que sacudió las relaciones entre Madrid y Rabat, no facilitó la reapertura de las fronteras con Ceuta y Melulla, añadiendo que fuentes de seguridad confirmaron que el número de trabajadores atrapados se estima en cientos, subrayando que previamente se les había ofrecido regresar a sus hogares, pero sin garantías de que se preservarían sus puestos de trabajo.
Vozpópuli agregó que los trabajadores transfronterizos se organizaron a través de un organismo para expresar sus demandas en las ciudades de Ceuta y Melilla, ya sea a la delegación del gobierno, a las autoridades locales o al Departamento de Empleo Público, sin encontrar ninguna solución, y agregó que las fuentes de seguridad contactadas por el diario insisten en que la solución debe venir de los círculos diplomáticos, reorientando la relación que permita la reapertura del paso fronterizo.
Sin embargo, asegura el diario, esta opción no parece estar al alcance, al menos a la luz de las recientes decisiones tomadas por Marruecos, luego de que recientemente anunciara que no reanudará sus vuelos con España por la falta de implementación de controles sanitarios en los aeropuertos españoles, que supone una amenaza para la salud de los ciudadanos marroquíes, especialmente tras la aparición del variante Omicron.
Las fuentes del medio consideraron que la reciente decisión de Rabat deja las relaciones bilaterales entre ambos países lejos de alcanzar su pulso habitual, citando especialmente, la continua ausencia de la Embajadora de Marruecos en Madrid.