18-12-2021
por: Soufiane Ben Lazaar
Si bien las relaciones entre Alemania y Marruecos están en su punto más bajo, el nuevo gobierno de Berlín parece querer un nuevo comienzo.
«Desde el punto de vista del gobierno alemán, los dos países tienen interés en volver a relaciones tradicionalmente buenas y extensas», se explica en la última declaración del Ministerio de exteriores alemán.
«El Reino de Marruecos es, tanto política, cultural como económicamente, un vínculo entre el Norte y el Sur», que «el país es un socio esencial de la Unión Europea y de Alemania en el Norte de África, un país que ha «emprendido reformas de gran alcance» y, finalmente, que «juega un papel importante para la estabilidad y el desarrollo sostenible de la región», destaca el nuevo gobierno alemán.
Tantas fórmulas de elogio que anteriormente no usaba la diplomacia alemana.
Marruecos no acepta doble discurso entorno al Sáhara
Berlín había cometido un error en su relación con Marruecos. Criticar abiertamente la decisión de Donald Trump de Estados Unidos de reconocer la soberanía de Marruecos sobre el territorio del Sahara Occidental, llevó a Rabat a decidir a principios de marzo congelar las relaciones diplomáticas y dejar de cooperar con las autoridades alemanas.
A este asunto, ahora la diplomacia alemana señala que «la posición de Alemania se ha mantenido sin cambios durante décadas» y elogiando al mismo tiempo «el plan de autonomía presentado en 2007 por Marruecos».
Esta relajación de tensión por parte de Alemania, también se refleja en el apoyo a Staffan de Mistura, el enviado especial de la ONU para el Sáhara Occidental, «en sus esfuerzos por encontrar una solución política que sea justa, duradera y aceptable para todas las partes».
La economía, un factor importante
La diplomacia alemana también apuesta por el papel económico. Las inversiones alemanas en cientos de empresas establecidas en Marruecos, un destino turístico muy apreciado por los alemanes, la cooperación en términos de desarrollo y recientemente en la lucha contra el coronavirus, son factores que brindarían una normalidad a las relaciones entre los dos estados.
Ahora sólo queda esperar una reacción oficial de Marruecos, que se entiende que no tardaría, aunque el Reino ha dejado claro que no acepta negociaciones sobre su causa nacional número uno, es decir, su integridad territorial.