10-12-2021
«Marruecos es un eje crucial en la región del Magreb. Es el país de la apertura hacia África, hacia el Sahel, un área crucial de relaciones para Europa y un país que está experimentando una transición política institucional muy importante y casi se establece como modelo», dijo el presidente de la Delegación del Parlamento Europeo para las Relaciones con los Países del Magreb (DMAG), Andrea Cozzolino.
Refiriéndose al sistema político marroquí, Cozzolino citó el ejemplo de las elecciones del 8 de septiembre de 2020, en las que «cerca de 3 millones de mujeres y hombres pudieron participar por primera vez, principalmente jóvenes», creyendo que esto constituye un verdadero punto de inflexión. «Esta es la primera vez que los partidos islamistas no son mayoría en el parlamento marroquí, por lo que hay una novedad absoluta desde este punto de vista».
“Marruecos es para nosotros un punto de referencia en cuanto a grandes retos, especialmente energéticos. Aquí se ubica la plataforma de producción de energía solar más importante del mundo, lo que también es una condición imprescindible para afrontar el reto del hidrógeno verde del que hablamos tanto en Europa”, subrayó. Por todas estas razones, «las relaciones con Marruecos son relaciones decisivas y cruciales».