
06-12-2021
El anuncio del inicio del proyecto de la zona comercial de 70 hectáreas (ha) en el norte de Marruecos entre Tetuán y M’diq (Rincón) por «Tanger Med Zones (TMZ)», marca un paso decisivo en la sustitución del comercio dicho «atípico» con la ciudad de Ceuta.
Tras el reciente anuncio de Tanger Med Zones (TMZ), planificador-desarrollador, filial del grupo Tanger-Med, del lanzamiento de un proyecto de outlet en el norte de Marruecos, cuyo desarrollo ya ha comenzado entre Tetuán y M’diq, en la zona de Cabo Negro, ha hecho saltar la alarma en la prensa española.
Así, el periódico «El Español» subraya que Rabat «que nada deja al azar», «finaliza en Tánger-Tetuán un plan de desarrollo industrial y turístico como el del noreste del país, en la región de Nador, en la frontera con Melilla», refiriéndose a los proyectos de Marchica-Med y el puerto de Nador West Med, que se convertirá en una terminal estratégica de gas con barcaza GNL.
Con una superficie de 70 ha, se entregará un primer tramo de 30 ha en abril de 2022. En la zona, se instalará una tienda Ikea, sobre un área de más de 3 ha, con 19.000 m² cubiertos, incluyendo un techo acristalado de 500 m2 destinado únicamente a muebles de exterior. La construcción de la marca ya ha comenzado y su apertura está prevista para el verano de 2022. El proyecto, que ha movilizado cerca de 400 millones de dirhams (MDH) de inversión, generará 500 empleos directos y 1.000 indirectos.
El espacio central de la nueva zona comercial de Cabo Negro se dedicará al proyecto de outlet, sobre una superficie de 10 ha, extensible a 20 ha, dedicado al comercio público en general. Este proyecto promete «una nueva experiencia de compras en el norte del Reino», con la instalación de marcas internacionales de ropa y accesorios, como los grandes outlets internacionales. La marca Virgin Megastore, que acaba de abrir su décimo punto de venta en el país en Tánger, tiene previsto instalar allí una futura tienda dedicada a los productos de alta tecnología para una inversión de 9 millones de dirhams que generará no menos de 50 empleos directos.
Las instalaciones también incluirán áreas de ocio, áreas de juego, instalaciones de restauración, etc. El 29 de noviembre se lanzó una convocatoria de manifestaciones de interés público para seleccionar un inversor especialista con el «know-how» (saber-hacer) necesario para el desarrollo, promoción y gestión de proyectos de puntos de venta».
Proyectos que, por tanto, preocupan a los españoles que, durante décadas, han hecho de Ceuta y Melilla una renta comercial denominada «atípica» que Marruecos ha decidido no sólo erradicar, sino sustituir por sus propias plataformas comerciales e industriales.
Un golpe fatal al contrabando
Desde hace dos veranos, debido a la crisis del Covid-19, el tránsito de marroquíes residentes en el extranjero (MRE) por Ceuta y Melilla se ha parado por completo. Pero ya desde octubre de 2019, Marruecos decidió unilateralmente cerrar el puesto fronterizo de mercancías entre la ciudad de Fnideq (Castillejos) y Ceuta. Una medida que paralizó la actividad económica en la zona, asestando un golpe fatal al «comercio ilícito transfronterizo».
Un embargo destinado a poner fin a la situación de las «mujeres mulas», que cruzaban diariamente la frontera, con decenas de kilos de bultos de contrabando sobre sus espaldas.
Para reactivar la actividad económica de estas zonas transfronterizas, Marruecos ha decidido la creación de una zona industrial para permitir la reconversión de los transportistas.
Los políticos locales españoles, por su parte, se refieren a una política de «asfixia» deliberadamente perseguida por Marruecos.
“El comercio en Ceuta ha funcionado gracias a los turistas marroquíes y los visitantes europeos. Las áreas de reabastecimiento, como Lidl, se instalaron en el puerto de Ceuta debido al tránsito de ciudadanos del país vecino que tomaban el ferry, pero sobre todo por los tres meses de Operación Paso de El Estrecho (Operación Marhaba OPE)”, subraya el mismo periódico, que también cita el cierre de varias tiendas en la ciudad.
Autosuficiencia para Marruecos
Las razones que se invocan sobre la postura de Marruecos son múltiples como las relativas a las posiciones diplomáticas de la clase política española que no se adhiere a la soberanía marroquí sobre el Sáhara Occidental.
También, la sensación de Marruecos de haber logrado la autosuficiencia estratégica con dos grandes polos económicos, Tánger y Nador. De hecho, el Reino está claramente comprometido con una política destinada a promover las grandes infraestructuras portuarias de Tanger Med y Beni Ensar, así como los aeropuertos de Cherif Al Idrissi en Alhucemas y Al Aroui en Nador.
Además, se plantea el deseo de encontrar alternativas a la actividad de «porteo» de contrabando mediante la creación de fábricas que puedan ofrecer empleo estable a las poblaciones locales: una ambición marroquí de asegurar la conversión de los trabajadores del sector informal hacia una economía legal.
Por último, a un nivel geopolítico más amplio, el hecho de que Marruecos sea apoyado y favorecido, por un lado, por Estados Unidos en su política de seguridad regional, y por otro lado, por los efectos cambiantes del Brexit en su capacidad para diversificar sus alianzas fuera de la Comunidad Europa, le autoriza a querer cambiar de paradigma con España y por extensión con la Unión Europea.