«El poder argelino está obsesionado y se alimenta del odio por Marruecos» (Karim Douichi).
Según el director de publicación del sitio de noticias «Maghreb Intelligence», Karim Douichi, el caso del poder argelino es revelador de lo que puede ser de un país que no ha podido cambiar o transformar al país.
“La pregunta que surge hoy para todos es la de un poder cuyos contornos no podemos definir, cuyo ADN desconocemos, y cada vez que se pronuncia, es el hecho en una mezcla de relato cómico-dramático que disgusta e irrita a ambos amigos y enemigos”, lamenta.
Subraya que «la certeza que tenemos hoy es la de una potencia militar, egocéntrica, fundamentalmente militar, insensible a los cambios geológicos y geoestratégicos, una potencia calculadora, susceptible, resentida, y que sobre todo no tiene confianza en sí misma, deforme, poder incoherente que ya no puede reinventarse. Un poder que erige a Marruecos como enemigo inmemorial, un enemigo que parece sintetizado en los ojos y en la mente de los generales, y de la choza gobernante argelina, el espantapájaros que hay que agitar ante la opinión pública”.
Para Douichi, los argelinos que quieren hacer la guerra en Marruecos se reducen al Jefe de Estado Mayor, Said Chengriha, que no puede permanecer en el poder, y después de él garantizar una retirada pacífica para su pueblo solo si muestra un marroquismo antiprimario y una actitud belicosa a menudo, si no siempre, al borde del ridículo.
Fue la muerte repentina y prematura de Ahmed Gaïd Salah lo que impulsó a Chengriha a la vanguardia, «desprovisto de carisma y sin ningún prestigio militar entre su familia». Argelia bate récords mundiales de carreras más cortas al frente de puestos militares. Y de ahí viene el verdadero peligro. Aunque el presidente argelino Abdelmajid Tebboune ostenta el poder de la firma, no asume ningún papel de responsabilidad, tímido y poco trabajador, informa Douichi.
«Y pensar que hace años, los argelinos tenían oro en sus manos, jóvenes ricos y ambiciosos. Pero años después, estos mismos líderes convirtieron este oro en plomo”, concluye la misma fuente.