
23-09-2021
El nuevo modelo de desarrollo, elaborado con la perspectiva de responder a las necesidades de la nueva sociedad marroquí, se percibe en relación con los derechos de las mujeres como una forma de revolución copernicana, afirmó Abdessalam Jaldi, especialista en Relaciones Internacionales, en un informe Político, publicado por el «Policy Center for the New South» (PCNS).
En los últimos años, la política de derechos de la mujer se ha convertido en una política de igualdad de género. No se trata de reconocer derechos específicos de las mujeres, sino, por el contrario, de poner fin a las discriminaciones de que son víctimas, con la perspectiva de establecer una sociedad igualitaria.
En Marruecos, país que, desde la adopción de la Constitución de 2011, se refiere a un universal neutral de la ciudadanía, el Nuevo Modelo de Desarrollo (2018 – 2021), elaborado con la perspectiva de responder a las necesidades de la nueva sociedad marroquí, se percibe en relación con los derechos de las mujeres como una forma de revolución copernicana, por lo que insiste en la emancipación femenina y la igualdad de género con el fin de garantizar la igualdad real entre los sexos. Sin embargo, las limitaciones jurídicas y sociales que persisten exigen una atención especial.
Durante los últimos veinte años, Marruecos ha realizado importantes progresos en la manera en que las mujeres deben ser consideradas, tanto en el seno de la familia como en los espacios de vida profesional y colectiva, antes de las importantes transiciones sociales iniciadas, que vieron a la sociedad marroquí contemporánea pasar de una estructura tradicional de carácter patriarcal que favorece la discriminación contra la mujer, a una organización familiar más nuclearizada y urbanizada, en la que las mujeres han logrado empoderarse, tanto política como económicamente.
Sin embargo, y a pesar de la apropiación por parte de las mujeres de los derechos de la primera generación (derechos civiles y políticos), actualmente garantizados por la Carta Fundamental de 2011, la conquista de los derechos de la segunda generación, que hacen referencia a los derechos económicos y sociales, en condiciones de garantizar la justicia social y la defensa de los derechos de los más vulnerables, sigue siendo una búsqueda inacabada.
Más allá de la legislación, las mentalidades refractarias a la emancipación de las mujeres tienen la piel dura. Esta situación ha llevado a la Comisión Especial sobre el Nuevo Modelo de Desarrollo (CSNMD) a dedicar todo un eje al papel y el lugar de las ciudadanas marroquíes en el Marruecos contemporáneo.