
13-09-2021
Semana decisiva para la formación de la próxima coalición de Gobierno. Nombrado por el Soberano Jefe de Gobierno, el pasado viernes, Aziz Akhannouch, presidente de la Agrupación Nacional de Independientes (RNI) es el encargado de formar el nuevo Gobierno.
El inicio de las consultas se dio a principios de esta semana. La primera ronda de negociaciones consistirá en probar el pulso de los distintos partidos políticos para determinar cuáles aspiran a formar parte de la mayoría gubernamental.
Luego de este primer filtro, el Jefe de Gobierno designado pasará a la etapa estratégica de formación de Gobierno a partir de los programas electorales de los aliados potenciales con miras a formar «una mayoría coherente, homogénea y portadora de programas convergentes». El líder de la RNI deberá formar una coalición de Gobierno de al menos 198 diputados para tener mayoría absoluta. Para alcanzar esta cifra, necesitará 92 escaños adicionales.
¿Quién estará con la RNI en la gestión gubernamental? El suspenso se mantiene hasta el final. La segunda y segunda parte del podio ya le han enviado señales positivas. El comunicado del Partido Autenticidad y Modernidad (PAM) es muy claro. El Partido Tractor precisa que «no tiene líneas rojas y que lo más importante para él es el respeto a su programa electoral, sus principales orientaciones y sus principios democráticos modernistas».
El segundo partido en el podio (PAM) ya le han enviado señales positivas. En efecto, así lo comunicó su secretario general. El Partido Autenticidad y Modernidad precisa que «no tiene ninguna línea roja y que lo más importante para él es el respeto de su programa electoral, de sus grandes orientaciones y de sus principios democráticos modernistas».
El Partido Istiqlal destaca que el próximo paso pasa por la constitución de «un Gobierno fuerte, unido y armonioso capaz de implementar el Nuevo Modelo de Desarrollo, con gran eficiencia, rompiendo con la crisis económica y social …». En el partido Istiqlal aspiran a formar parte de la nueva coalición de Gobierno para poder cumplir parte de sus compromisos con los electores. Ahora queda por ver por qué formaciones optará el Jefe de Gobierno designado.
Y qué hay del Partido Justicia y Desarrollo (PJD) y otros partidos políticos?
A excepción del Partido Justicia y Desarrollo, que ha sufrido la ira de las urnas, los demás partidos políticos claramente quieren formar parte de la mayoría del nuevo Gobierno. Si el Gobierno está integrado por las tres primeras formaciones políticas, la coalición de Gobierno estará en sintonía con las mayorías que se formarán a nivel de consejos regionales y ayuntamientos en las grandes ciudades.
Los tres partidos podrán aportar su peso a la hora de construir nuevas mayorías a nivel local. Con su nueva fuerza electoral, la RNI, PAM e Istiqlal tomarán el timón de muchas de las instituciones electas.
Debido a la especificidad de las elecciones del 8 de septiembre y al veredicto de las urnas, la lógica dicta que las alianzas locales están, esta vez, en sintonía con la naturaleza de la nueva coalición de Gobierno para crear una homogeneidad entre la acción gobierno y municipal. Esto es obviamente lo que pretende hacer la RNI, que ha pedido a todos sus coordinadores regionales y provinciales que no comenten sobre la formación de alianzas a nivel de los consejos territoriales hasta que sean aprobadas por el comité nacional.
Si se logran los pronósticos, todo apunta a que en esta ocasión será más fácil para el Gobierno ceder poderes a los consejos regionales que están encabezados por presidentes de los partidos que integran la coalición gubernamental. Todo dependerá de la naturaleza de la mayoría que será elegida por la RNI, cuyo presidente ha dejado la puerta abierta a las alianzas, dando así rienda suelta a todas las especulaciones sobre la naturaleza de la nueva coalición de gobierno así como el formato del nuevo equipo. Así, se puede entender las alegaciones de algunos de los dirigentes de la RNI, que consideran que «idealmente», la participación de un mínimo de partidos sería deseable para generar una mayoría absoluta homogénenea.
La experiencia demuestra que todo es posible durante las negociaciones para poder satisfacer los aliados y evitar formar una coalición frágil. El número de carteras ministeriales es un elemento clave en las negociaciones. Con 102 parlamentarios en la Cámara de Representantes, la RNI estará en condiciones de negociar cómodamente la distribución de las carteras ministeriales, así como la nueva arquitectura gubernamental que le permitirá aplicar su programa electoral, considerado muy ambicioso por los demás partidos políticos.
Se espera que la RNI ceda la presidencia de las dos cámaras del parlamento a sus principales aliados con el fin de consolidar la nueva coalición gubernamental. Pero el principal reto, según los observadores, es evitar los errores del pasado y repartir bien las funciones y las responsabilidades sobre la base de un programa gubernamental muy claro. El liderazgo del nuevo Jefe de Gobierno también es decisivo para evitar bloqueos y retrasos en el seno de la mayoría gubernamental.
Quién pasa a formar la oposición?
Marruecos necesita no solo un gobierno fuerte, sino también una oposición dinámica capaz de asumir plenamente sus misiones. En el clima actual, una coalición de Gobierno amplia no es deseable, según muchos expertos políticos que creen que se necesita una fuerte oposición en la cámara baja. Como tal, no hay muchos escenarios. El Movimiento Popular (MP) y la Unión Constitucional (UC) son aliados tradicionales de la RNI. Estos dos partidos, incluso fuera del Gobierno, no podrían ejercer una fuerte oposición. En cuanto a la Unión Socialista de Fuerzas Populares (USFP), tiene buenas posibilidades de unirse al Gobierno.
Por su parte, el PJD, por su nuevo peso electoral, no tendrá suficiente margen de maniobra para ejercer una fuerte oposición dentro de la institución legislativa. El tiempo de intervención de los diputados del partido, de hecho, será limitado durante las sesiones plenarias. También será difícil para este partido, que solo puede formar un grupo parlamentario, presidir una de las comisiones parlamentarias permanentes. Por tanto, no se excluye que uno de los partidos principales pueda fortalecer las filas de la oposición.