06-09-2021
Tras la decisión de ruptura de relaciones con Marruecos adoptada unilateralmente por Argelia, varios países árabes y europeos han manifestado su voluntad de desempeñar el papel de mediadores para poner fin a la crisis. Sin embargo, el régimen argelino sigue decidido a continuar su escalada, que Rabat considera injustificada.
Una fuente oficial argelina dijo a la agencia de noticias rusa «Sputnik» que un regreso a la «situación anterior» a la ruptura diplomática con Marruecos estaba «absolutamente descartado ahora y en el futuro». El régimen argelino, frustrado por la multiplicación de fracasos sobre todo desde la liberación de la zona de amortiguamiento de Guerguarat, y atrapado en la agonía de la quiebra económica, política y social, se opone firmemente a cualquier iniciativa de mediación con Marruecos, indica la misma fuente, que niega todas las «especulaciones de los medios» sobre los llamados a la mediación de ciertos países árabes, en particular Arabia Saudita y Mauritania.
Una declaración controvertida, dado que el propio ministro argelino de Asuntos Exteriores, Ramtane Lamamra, afirmó haber mantenido conversaciones telefónicas con sus homólogos de determinados países vecinos y que se referían a la ruptura de las relaciones marroquí-argelinas.
En este sentido, cabe señalar que Abdelaziz Rahabi, exministro de Comunicación y embajador de Argelia en Madrid de 1994 a 1998, declaró que ningún país participará en la mediación «a riesgo de ser rechazado por Argel». El exdiplomático sostiene que durante sucesivas crisis, la mediación francesa o saudí siempre ha estado ahí para calmar la tensión, pero esta vez el régimen argelino parece decidido a seguir en la estrategia de lo peor, barriendo los intereses de su pueblo, cuyas desgracias ya no se tienen en cuenta.