
09-08-2021
por: Redouane Jakha – Activista político
Traducido por: Khadija Taouil
El Reino de Marruecos tendía y sigue tendiendo su mano al diálogo, es el primero en tomar iniciativas; y a través de la presente iniciativa, el Rey Mohamed VI invita los gobernantes del país vecino oriental a abrir el diálogo y el debate esperando la interacción del presidente del estado argelino.
Es una iniciativa que insiste claramente en la nobleza del Reino y la sabiduría de su Rey por no reaccionarse de la misma manera ante algunos actos diplomáticos de Argelia. Así que, Marruecos sigue una política razonable para trascender todos los problemas creados por el elemento intruso que no tiene cabida entre nosotros, como dijo el Rey Mohammed VI ¨Marruecos y Argelia son gemelos y no sólo vecinos¨.
La filosofía de la sabiduría y la mano extendida del reino de Marruecos durante el reinado de Mohammed VI no es reciente, sino que comenzó desde más de una década. En el discurso de 2008 en el noveno aniversario del trono, el Rey Mohammed VI subrayó que, pese a los diferentes puntos de vistas de ambos países, no se puede justificar en modo alguno el continuo cierre de las fronteras como medida unilateral e incompatible con las exigencias de la integración Magrebí».
En el discurso de Tánger de 2011, el Rey pidió de nuevo la apertura de las fronteras para sentar las bases a fin de que la Unión Magrebí pueda cumplir las aspiraciones de los ciudadanos de los países magrebíes. En el discurso real de 2014, el Rey Mohamed VI invitó a Argelia ante la Asamblea Constituyente de Túnez a abrir las fronteras entre los Estados Magrebíes. En su discurso de 2018, el Rey Mohammed VI renovó su petición de abrir las fronteras y el diálogo incondicional y establecer un mecanismo político consultivo y participativo con su vecino.
En 2019, el Rey envió una carta de felicitación al presidente de Argelia, en la cual destacó la necesidad de abrir una nueva página en las relaciones entre sendos países. De hecho, el último discurso del trono fue otro gesto impulsor para entablar el diálogo, establecer un mecanismo político consultivo entre los dos países sin condiciones previas, por una parte, y abrir fronteras, por otra, debido al carácter urgente del desarrollo social, económico y cultural de los dos pueblos.
Lamentablemente, las reacciones y la interacción de Argelia con las iniciativas de Marruecos no han seguido el mismo camino que la ambición marroquí. Más aún, la diplomacia argelina y sus medios de comunicación oficiales no cesan de plantear muchas preguntas sobre sus prácticas. Los responsables políticos del vecino oriental siguen formulando declaraciones y tomando posiciones que afectan a la soberanía y la integridad territorial de Marruecos. No obstante, el Rey pretende con mucha sabiduría superar esta situación con el fin de reconstruir relaciones más fuertes entre los gemelos Marruecos y Argelia.
Es menester señalar que los pueblos marroquí y argelino aspiran a abrir fronteras para restablecer la fraternidad, ya que la situación actual no satisface a nadie. Ahora la pelota está en la cancha de los gobernantes del Estado de Argelia, dado que Marruecos- gobierno y pueblo- siempre hace hincapié en el diálogo y extiende la mano de paz y amor, a la espera de una misma acción y reacción por parte del vecino oriental.
Actualmente y hasta el momento, la reacción de los medios de comunicación oficiales argelinos, tanto la agencia de noticias argelina como la radio oficial, ha sido decepcionante. Esperamos que esta no sea la posición oficial de los gobernantes de Argelia. Según dijo el Rey Mohamed VI en el discurso del trono «nunca Marruecos presentará una fuente de problemas, mal, peligro o amenaza para Argelia porque lo que le toca nos toca a nosotros también y lo que le perjudica nos daña a nosotros también».
En conclusión, el Reino de Marruecos ha asegurado al vecino oriental y a la comunidad internacional; a través de una gran parte del discurso, la buena intención del Estado y la sabiduría de su Rey en recuperar las relaciones entre los vecinos y abrir las fronteras sin ninguna condición previa. Se debe insistir asimismo en la posición de Marruecos que llama siempre al diálogo y la negociación con el vecino magrebí basado en el poder y el liderazgo regional de Marruecos en la zona del Magreb, sin ningún tipo de debilidad o necesidad. Es una posición noble de un monarca sabio que vela por una Unión Magrebí muy fuerte y fructuosa.
Marruecos toma, según reflejan las novedades a nivel regional e internacional, iniciativas para resolver varias cuestiones en la zona.
La pelota está ahora en la cancha de los gobernantes del vecino argelino, ¿habrá, pues, una interacción positiva o será la misma reacción argelina de siempre?