
26-07-2021
por: Mahmoud Ettakni – Profesor en la Universidad Moulay Ismael/Meknes.
Últimamente se ha acusado a Marruecos de espiar los contactos de políticos y periodistas de Francia y Argelia, utilizando el sistema informático de espionaje israelí, Pegasus. Esta inculpación, sin embargo, no se basa en evidencias científicas o penales, sino que sigue siendo una mera acusación gratuita. Para comprender los contextos políticos y temporales de esta campaña ignominiosa contra el Reino, hay que aclarar un conjunto de realidades diplomáticas y geopolíticas tanto en la región del norte de África como en la del sur de Europa sobe todo durante la última década.
Desde 2003, año testigo del primer atentado terrorista en el Reino, Marruecos ha fortalecido su política de lucha contra el terrorismo y el crimen organizado. Así que ha conseguido a lo largo de estos años, abortar miles de planes terroristas a nivel nacional. A la vez, particularmente en los últimos años, Marruecos ha echado por tierra operaciones terroristas fuera de sus fronteras en Francia, España y los Estados Unidos de América. Desde entonces, Marruecos ha trabajado duro para mejorar y desarrollar la disponibilidad de su inteligencia; de modo que se ha convertido en un código difícil de descifrar a nivel internacional en materia de su competencia, respetando por completo las leyes en vigor.
En este marco y durante los últimos años, el expediente nacional ha conseguido sucesivas victorias, a través de reconocimientos internacionales de la marroquinidad del Sáhara traducidos en la apertura de consulados en las ciudades de El Aaiún y Dajla; además del reconocimiento oficial de los EE. UU acerca de la soberanía de Marruecos en sus territorios saharauis. No debemos olvidar que Marruecos había derribado una serie de planes argelinos en el Sáhara marroquí partiendo del plan Gdim Izik de 2010, pasando luego a cuestionar los derechos humanos en el Reino en general y en el Sáhara marroquí en particular. Argelia, llegó en seguida a solicitar a las Naciones Unidas ampliar la misión de la MINURSO con el fin de incluir la vigilancia de los derechos humanos.
No obstante, estas operaciones se han fracasado más de una vez, como fue el caso del intento de destruir la carretera que une Marruecos y Mauritania en los acontecimientos de Guerguerat siendo el último plan argelino de intentar ocupar Laguira.
En cuanto a las relaciones con el vecino del norte, las controversias han llegado a su «auge» en los últimos años, empezando por el rechazo de España de oficializar sus fronteras marítimas con el Reino, lo que llevó a la demarcación unilateral de su frontera marítima. De hecho, Marruecos las formalizó, por una sola parte. Luego vino el evento más destacado de la acogida del terrorista Brahim Ghali por parte del Gobierno de Madrid en sus territorios con una identidad falsa, sin llevarle a la justicia, pese a las denuncias judiciales en su contra por crímenes de violación y tortura presentadas por ciudadanos españoles. Lo que puso la justicia española en una situación vergonzosa, sobre todo cuando contribuyó a la fuga de «Benbatouchr» en un avión francés alquilado con dirección a Argelia. Cosa que provocó al Gobierno marroquí y le empujó a excluir los territorios españoles de la operación de pasaje de los marroquíes residentes en el extranjero a Marruecos.
A cambio, Su Majestad el Rey Mohammed VI dio sus órdenes a todos los participantes en el transporte aéreo y marítimo para reducir los costos del traspaso. Una iniciativa Real que ha sido muy alabada por la comunidad marroquí en el extranjero.
También se destaca la posición de Marruecos hacia la política de Alemania con respecto a la cuestión del Sáhara marroquí, cuando el Reino cortó las relaciones entre ambos países. De este modo Marruecos pasó de una política de apaciguamiento a una política de trato igual, sin temer a nadie.
Cabe señalar que este avance no agradó a algunos. Todas estas razones han llevado a los enemigos a tejer, en vano, tretas contra Marruecos. Así que han usado las organizaciones no gubernamentales Amnistía Internacional y Forbidden Stories para presentar esta acusación muy lejos de ser verdadera por ausencia de pruebas que las justifican; ya que el Reino está muy distanciado de estas acciones vergonzosas y seguirá siendo un baluarte muy bien protegido de los enemigos gracias al liderazgo del Rey Mohamed VI.
Aquí se plantea una pregunta; supongamos que Marruecos es capaz de espiar a nivel continental, ¿por qué, entonces, se han señalado sólo Francia y Argelia, sin mencionar a Alemania, Gran Bretaña, o España, debido a su posición geográfica?
El contexto cronológico de esta farsa reside en arrojar luz sobre la cuestión de la República de Cabilia ocupada. Sin embargo, Argelia recurrió a su ingenio fallido, y para que no sea la única víctima del supuesto espionaje marroquí, según pretende, inculcó a Francia en el asunto esperando provocar una disputa entre el Palacio del Elíseo y el de Rabat ante el descontento de Francia con las alianzas del Nuevo Marruecos con los Estados Unidos de América, el Reino Unido, China e Israel. Aún así, este plan argelino sería derrocado, como hizo fracasar, anteriormente, el plan de incluir a España y Alemania quedándose en una situación indigna de envidiar.