23-07-2021
por: Adil Ben Lahbib
El periódico ¨MEDIAPART¨ publicó un artículo bajo título «francamente, es una pena que Marruecos nos espié», pero no ha demorado tanto para suprimirlo ya que se trata de un artículo que difunde el odio y la envidia, así como lleva una afrenta al Reino marroquí y es en su totalidad una suma de calumnias y mentiras.
Está claro, a partir del artículo, que el espionaje no era el hecho que les más ha chocado, sino ser espiados por un «Estado muy pequeño» según su calificación a Marruecos es lo que más le traumatizó. En otras palabras, si fueran espiados por Rusia, China, EE. UU o Israel no sería un problema para ellos.
Cuando el canal de televisión «France 24» preguntó: «¿Cuáles son las pruebas de Marruecos que justifican que no había usado el programa de espionaje israelí Pegasus?, nos parece estúpido y vergonzoso que un periodista de un canal mundial haga tal pregunta. Conforme a la regla legal universal «la evidencia ha de estar a manos del acusador». Por lo tanto, la fiscalía debe justificar la acusación y reforzarla con argumentos suficientes, para luego dar al acusado el derecho a la legítima defensa. Por nuestra parte planteamos la pregunta siguiente: ¿Cuáles son sus evidencias sobre el uso de Marruecos del programa de espionaje?
El periódico francés «Le Monde» informó que el teléfono del presidente Emmanuel Macron formaba parte de la lista de posibles objetivos de una operación de vigilancia a favor de Marruecos en el marco del programa de espionaje Pegasus. La misma fuente reveló que el aparato de seguridad marroquí había seleccionado más de 6.000 números de teléfono pertenecientes a políticos, personal militar, jefes de inteligencia, altos funcionarios, diplomáticos extranjeros y activistas políticos como posibles objetivos del programa de espionaje israelí. Por ello, nos preguntamos: ¿cuál es la misión de los servicios de seguridad o los aparatos de contrainteligencia en Francia?, ¿Por qué Marruecos está espiando a toda esta gente? ¿De dónde salió esta supuesta lista de la que estamos hablando? ¿Quién la creó? ¿Cuándo? ¿Con qué criterios? ¿Quién se beneficia de esta treta podredumbre y esta desinformación?
El momento de esta propaganda, o más bien la fealdad mediática destacada de algunos medios franceses, conocidos por su hostilidad hacia Marruecos, y la acusación a Marruecos de haber infiltrado los teléfonos de personajes públicas marroquíes y extranjeras a través del programa de espionaje Pegasus, no es una mera coincidencia, sino una planificación sistemática del tiempo. Cabe señalar que, desde el reconocimiento de la soberanía de Marruecos sobre su Sáhara, dichos medios han tenido como objetivo desestabilizarlo y el Programa no es más que uno de sus trucos para conseguirlo. ¿Tenemos que recordar que los últimos meses han sido testigos de tensiones y crisis diplomáticas con Alemania, España, Argelia y ahora Francia con esta supuesta cuestión de espionaje? Todo ello para desestabilizar a Marruecos, que parece preocupar a varios países.
Esta es la opinión del senador Christian Cambon, declarando alta y claramente que «Marruecos es objeto de campañas de difamación dirigidas a desestabilizarlo». Añadiendo en el mismo sentido que: «Los instigadores de estas campañas de propaganda buscan, sobre todo, empañar la imagen de Marruecos; ya que no hay pruebas de la participación de Marruecos en el supuesto espionaje. En una coalición llamada «Forbidden Stories» sólo hay reportes de los medios y materiales informativos de periódicos extranjeros incluidos en la alianza «Forbidden Stories».
En este contexto, el Reino de Marruecos ha emitido un comunicado en el que niega todas esas denuncias y acusaciones. Los medios de comunicación que publicaron esta investigación están invitados a proporcionar «evidencia científica real digna de examinarse a través de una pericia y contrapericia profesional, neutral e independiente para fundamentar lo que se alegó». Cuestión confirmada por Bernard Squarsini, ex presidente de DST y DGSI (servicios de inteligencia en Francia), indicando que «es muy fácil» acusar a Marruecos de hackear los teléfonos de muchas figuras públicas marroquíes y extranjeras a través del programa de espionaje israelí. Pero nadie puede acusar sin dar testimonio y evidencia. Entonces, ¿dónde está la evidencia?
Los artículos de los periódicos franceses contienen mucho racismo y denigración del otro, y parece claro su «aspecto enfermo». Esta visión arrogante y este desdén por el ex colonizador hacia un Estado independiente traducen su deseo profundo de guardarlo bajo su hegemonía. Incluso hasta hoy en día, algunas mentes estrechas, políticas y de medios de comunicación, siguen soñando con esta grandeza que no existe más que en su imaginario.
Sí, Marruecos es un país libre, dando un paso firme hacia el fortalecimiento de sus relaciones africanas, árabes e internacionales y gozando de relaciones privilegiadas con la Unión Europea. Pero, cualquier relación exitosa, puede prosperar sólo respetando al socio. Marruecos es un país africano, y estamos orgullosos de ser un gran país con nuestra historia y nuestra dimensión multicultural. Somos árabes, amazigh, y africanos, y seguimos siendo una gran nación.
Marruecos no es ciertamente tan desarrollado como Francia, pero nada le impide serlo algún día e incluso trascenderlo. Eso es exactamente lo que temen. El éxito del Reino de Marruecos frente a sus otros vecinos es un reto y crea un gran problema para ellos. Es una manera antigua para Francia para frenar el desarrollo del Reino y obstaculizar sus relaciones con las grandes fuerzas internacionales.
Es de aclarar, aquí, que tanto España como Francia, no quieren que Marruecos se desarrolle y tome un camino que no sea el que ellos desean. Marruecos puede en el futuro superar a muchos países europeos. Lo que necesitamos saber es que el Marruecos de hoy no es el de ayer, y que los tiempos de las colonias ya han terminado.