20-07-2021
El Gobierno marroquí anunció ayer la prohibición de las fiestas y bodas en todo el país. Una medida que cayó como un jarro de agua fría sobre los profesionales, que esperaban una ligera recuperación en su actividad tras Eid Al Adha.
Una gran decepción para todo el ecosistema que gira en torno a las fiestas, bodas y otras celebraciones. La decisión del Gobierno se produjo unos días antes de agosto, que normalmente marca el inicio de la temporada alta para diversas celebraciones, especialmente bodas.
“Los profesionales han recibido pedidos y pagado anticipos y cheques a sus proveedores. Anticipándose al cierre de los mercados durante el período del Eid, los servicios de catering tuvieron que abastecerse con anticipación y acumular reservas de alimentos para las bodas previstas para finales de julio, principios de agosto, explica, en declaraciones Mohamed Abdelfadl, coordinador de la Confederación marroquí de hostelería.
La decisión es otro golpe para una industria que está tratando de capear la crisis, sabiendo que las bodas hasta ahora se han limitado a 50 personas en espacios cerrados y 100 personas en espacios abiertos.
Mohamed Abdelfadl también lamenta que esta decisión se haya tomado sin prever medidas de apoyo para el personal y las empresas que, en su mayor parte, se encontrarán con mercancías caducadas en sus manos, incapaces de cumplir con sus compromisos frente a los proveedores.
«Los empleados del sector no recibieron su compensación Covid para el período de enero a junio, mientras que las empresas se vieron obligadas a pagar sus impuestos en montos idénticos a los observados en 2019», denuncia, por último la misma fuente.