16-07-2021
Ejerciendo el derecho de respuesta del Reino de Marruecos, tras la intervención del nuevo ministro de Asuntos Exteriores argelino, Ramtane Lamamra, durante el debate general de la reunión ministerial del Movimiento de Países No Alineados (MNA), el Embajador Representante Permanente de Marruecos ante la ONU, Omar Hilale, se propuso responder en detalle a todas las denuncias argelinas sobre la cuestión del Sáhara.
En una nota dirigida a la Presidencia del Movimiento, y repartida a todos los miembros, el diplomático marroquí expresó su «profunda sorpresa por la elección del ministro argelino, que abordó la cuestión del Sáhara marroquí, durante su primera declaración en un foro internacional», desde su reciente nombramiento» al frente de la diplomacia de su país.
Hilale aclaró que «la cuestión del Sáhara marroquí, que depende exclusivamente del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas, no era inscrita en el orden del día de la reunión». En efecto, según señaló el embajador, a la mayoría de los ministros le interesan exclusivamente los esfuerzos multilaterales para responder a los desafíos mundiales apremiantes, en particular las consecuencias sanitarias y socioeconómicas de la pandemia.
En respuesta a una falsa «reanudación de conflicto militar», evocada por el ministro argelino, el embajador Hilale destacó que «esta ficción sólo existe en los comunicados de propaganda del grupo separatista armado, Polisario, y en los despachos de la agencia de prensa argelina; Insistiendo en que «a pesar de la voluntad del Ministerio de Relaciones Exteriores argelino, la situación en el Sáhara marroquí es tranquila, igual a lo que se redacta en los informes diarios de la MINURSO y se confirma en los medios de comunicación internacionales».
Se añade a ello, según dijo el embajador marroquí, la declaración del ministro de exteriores argelino que está «desfasada total con la realidad sobre el terreno en el Sáhara marroquí», recordando que las poblaciones en las provincias del sur de Marruecos «viven en plena tranquilidad y sosiego y participan en el desarrollo socioeconómico de la región, así como en la vida política». Hilale declaró en este contexto que, «el reconocimiento por parte de los Estados Unidos de la soberanía de Marruecos sobre su Sáhara se ve reforzado por la apertura de 22 consulados generales en las ciudades de El Aaiún y Dajla», declaró.
En respuesta al llamamiento del ministro argelino para el nombramiento de un nuevo Enviado Personal del Secretario General para el Sáhara Occidental, el embajador Hilale señaló que «Argelia y el grupo separatista armado que ella misma creó, el Polisario, son quienes rechazaron a varios candidatos propuestos por el Secretario General de la ONU». Por lo tanto, respondió el embajador marroquí afirmando que «Argelia y el Polisario son los responsables de la demora en el nombramiento de un nuevo Enviado Personal».
Respondiendo al deseo del Ministerio de Relaciones Exteriores argelino de un proceso creíble de las Naciones Unidas, Omar Hilale recordó que «esta credibilidad ha sido consagrada por las Mesas Redondas, como proceso, conforme a las resoluciones 2440, 2468, 2494 y 2548 del Consejo de Seguridad». Cosa que Lamamra «ocultó a sabiendas¨, según reveló el embajador marroquí; afirmando que Argelia no puede eludir su responsabilidad, que finalmente asumió al participar, como parte, en las Mesas Redondas, desde 2018».
El diplomático marroquí mencionó en este sentido que el ministro argelino «no sabrá inducir, perversamente, a los miembros del MNA tratando de reducir la controversia regional sobre el Sáhara marroquí a dos partes», destacando que Argelia «es y sigue siendo la parte principal y responsable de la continuación de este conflicto, desde hace más de cuatro décadas, por el grupo separatista armado interpuesto». Por esta razón, según reveló el embajador, «el Consejo de Seguridad de la ONU ha reafirmado, en sus sucesivas resoluciones desde 2018, la responsabilidad de las cuatro partes en las Mesas Redondas, entre ellas Argelia, de participar plenamente y de seguir comprometidas, dando muestras de realismo y de un espíritu de responsabilidad, a lo largo de todo el proceso político hasta su conclusión».