
09-06-2021
Frente a la crisis provocada por la pandemia del Covid-19, Marruecos supo movilizar recursos internos para sostener su economía y refinanciarse a través de los mercados, afirma Hakim El Karaoui, autor del informe «La estabilidad del Magreb, un imperativo para Europa», publicado recientemente por el «Instituto Montaigne».
Según el ensayista y consultor francés, frente a las conmociones externas, a diferencia de Argelia, cuyo modelo económico se basa en la explotación de los hidrocarburos con una terciarización de la actividad relativamente débil y una fuerte presencia estatal, «Marruecos se desenvuelve mejor».
Su modelo de crecimiento, con una tasa de apertura comercial anterior a la crisis cercana al 90%, está impulsado por el turismo y el consumo, recuerda el fundador del Club Siglo XXI, señalando que la Comisión sobre el Nuevo Modelo de Desarrollo, preconiza a este respecto «un modelo de crecimiento más inclusivo, más regionalización, la digitalización de la administración…».
Por otra parte, el experto señala que Marruecos está «en el centro de los intereses regionales e internacionales» como «encrucijada» para los intercambios hacia Europa y hacia África.
China observa de cerca las instalaciones logísticas, especialmente en Tánger, y exporta bienes manufacturados y equipos, aunque el sur de Europa sigue siendo el principal proveedor de inversión extranjera directa (IED)- especialmente Francia, con el 35% de IED total en 2019, precisó, agregando que Pekín desarrolla también la vacuna Sinopharm en el Reino y su diáspora está implantada en el litoral.