
28-05-2021
La fiscalía de Ceuta ha abierto esta semana una investigación para determinar si las autoridades de la ciudad han llevado a cabo expulsiones en caliente de menores marroquíes, después de una semana marcada por la entrada de miles de marroquíes que cruzaron su frontera.
Este procedimiento se inició a raíz de una denuncia presentada por una ONG y tiene por objeto analizar las acciones de las autoridades españolas e investigar los retornos en caliente de menores que han cruzado la frontera nadando.
Los medios de comunicación locales recuerdan la historia de Achraf, un joven de 16 años cuyas imágenes fueron ampliamente publicitadas y que había utilizado botellas de plástico para llegar a la costa de la ciudad. «No era la primera vez que este menor intentaba entrar en Ceuta: lo intentó varias veces sin éxito», subraya la misma fuente, que señala que, a pesar de ser menor de edad, «fue devuelto a Marruecos».
El Ministerio Público inició un procedimiento penal para investigar los hechos. La oficina del fiscal pidió a la agencia «Reuters» el vídeo original de la llegada de Achraf. También pidió al Mando General de Ceuta que identificara a los soldados que se encontraban en la playa ese día y a toda la cadena de mando. El fiscal de menores confirmó en declaraciones a la prensa que, aunque la investigación se basa en esta denuncia específica, se extiende a todos los casos que pueden documentarse de expulsiones de menores, durante la semana pasada, en la zona fronteriza.
Según la Ley de inmigración en España, los «retornos en caliente» sólo están previstos para las personas mayores de 18 años. Si son menores de 18 años, la expulsión está expresamente prohibida por las convenciones internacionales sobre la protección de la infancia.
El ministro español del Interior, Fernando Grande-Marlaska, había desmentido esta semana cualquier violación de los derechos de los niños, descartando las acusaciones de recurrir a deportaciones en caliente dirigidas a menores. El ministro explicó que en los casos señalados, las autoridades españolas hubieran preferido evitar que los migrantes, que aún no habían llegado a la ciudad, cruzaran la frontera.