
20-05-2021
El Consejo Económico, Social y Medioambiental (CESE) y la Cámara de Consejeros organizaron ayer miércoles una jornada de estudio dedicada a la presentación de los resultados de un estudio sobre la clase media en Marruecos.
El estudio, denominado «Fortalecimiento y expansión de la clase media en Marruecos: desafíos y caminos para una clase media cualificada, próspera y emprendedora», tiene como objetivo dar respuesta a dos preguntas formuladas en la consulta a la Cámara de Consejeros, es decir, la noción o el concepto de clase media y los medios para preservarla y ampliarla.
En esta ocasión, el presidente del CESE, Ahmed Reda Chami, destacó el papel fundamental de la clase media en la sociedad, señalando que gracias a su capacidad de ahorro, su existencia representa una poderosa palanca para financiar la inversión.
Obstáculos planteados
Los esfuerzos por fortalecer y desarrollar la clase media tropiezan con muchos obstáculos que el citado estudio destacó, dijo el presidente del CESE, citando en este sentido «la polarización» de servicios básicos como educación, salud, vivienda, entre otros.
Esta polarización, explicó, lleva a la coexistencia de dos sistemas, en el sector público y privado, a nivel de cada uno de los servicios básicos, sin que siempre exista la necesidad de integración y convergencia entre ellos, lo que contribuye a la acentuación de la disparidades sociales. Los participantes en este encuentro anotaron que la cuestión de la clase media constituye un desafío social con problemáticas múltiples y multidimensionales, agregando que la conciencia debe ir acompañada de una voluntad política fuerte y real que coloque a esta clase en el centro del modelo de desarrollo deseado.
Expansión de la clase media
Para el Consejo, la caracterización de una clase media debe ir más allá del ejercicio puramente estadístico para incluir el trabajo de identificación de los segmentos sociales que, por su nivel y forma de vida, su formación y sus aspiraciones, son los más dispuestos a desempeñar el papel de pilar de la estabilidad sociopolítica y de motor del desarrollo económico, social y cultural de nuestro país.
El estudio también identificó características económicas y sociales específicas para la expansión de la clase media en Marruecos y su consolidación capaz de hacer frente a cualquier choque exógeno que pudiera conducir a la degradación social.
Se trata de políticas presupuestarias y fiscales totalmente redistributivas, la erradicación de la pobreza y la asistencia a las poblaciones más modestas y vulnerables, el empoderamiento económico para reducir la pobreza entre las mujeres en las zonas urbanas y rurales, así como un mayor acceso de las mujeres al mercado laboral y la mejora de la calidad de los servicios sociales.
El fortalecimiento de las habilidades de capital humano, la organización y desarrollo de las profesiones de la administración pública, el surgimiento de una clase media rural, así como el desarrollo de una infraestructura digital inclusiva, son algunas de las ocho formas y medios citados con el propósito de preservar y expandir la clase media.
Comprender mejor el concepto de clase media
El CESE propone varias recomendaciones con el fin de definir mejor el concepto de clase media, perfilando los contornos de una definición alternativa, así como preservándola, reforzándola y ampliándola para que pueda desempeñar plenamente su papel en el desarrollo nacional.
Esto implica, entre otras cosas, enriquecer y modernizar el sistema estadístico nacional, fortalecer el poder adquisitivo de la clase media a través de la introducción de impuestos domésticos, y poner a las mujeres en el centro de los esfuerzos de lucha contra la pobreza, para establecer la regulación de la salud y la atención médica sobre la base del establecimiento de un mapa de salud mundial confiable (nacional y regional), y para fortalecer la formación de competencias a lo largo de los tiempos.
Se trata también de promover y diversificar las actividades económicas en el medio rural, excluida la agricultura, de establecer una fórmula para el reconocimiento de la experiencia adquirida y los puentes correspondientes en los sistemas educativos nacionales, y de considerar las nuevas tecnologías como conocimientos imprescindibles a implementar en los planes de estudio escolares y universitarios, así como en el desarrollo de cursos digitalizados.