
08-05-2021
El Instituto de Seguridad y Cultura con sede en Madrid, advierte sobre las consecuencias del reconocimiento por parte de Estados Unidos de la soberanía marroquí sobre el Sáhara y de la carrera armamentista del Reino de Marruecos.
Los planes de rearme de Marruecos, combinados con el reconocimiento de Estados Unidos de su soberanía sobre el Sáhara, constituyen «un desafío a la integridad territorial española» y a los intereses económicos europeos. Esta es la conclusión a la que llega un informe elaborado por el Instituto de Seguridad y Cultura.
El informe se titula «Marruecos, el estrecho de Gibraltar y la amenaza militar a España» y fue elaborado por el doctor de Seguridad Internacional Guillem Colom Piella, así como por los analistas Guillermo Pulido Pulido y Mario Guillamó Román. En 32 páginas, el informe examina las consecuencias de los últimos movimientos diplomáticos y armamentistas de Marruecos, así como su influencia directa sobre sus vecinos inmediatos, principalmente España.
Según los autores, el reconocimiento por parte de Estados Unidos de la soberanía marroquí sobre el Sáhara «socava» la influencia que España y Francia mantienen sobre el Magreb. Por un lado, fortalece el papel de la administración de Joe Biden en la región; y por otra parte, refuerza la posición de Marruecos «en la lucha que libra con la Unión Europea por la explotación de las aguas del Sáhara Occidental”, una región rica en minerales como el telurio, el cobalto y el plomo.
Los autores afirman en particular que «parte de la mentalidad y cultura estratégica marroquí» apoya un programa de expansión territorial «en consonancia con el antiguo concepto del «Gran Marruecos»: «Como lo expresó recientemente el Jefe de Gobierno marroquí, Saad Dine El Othmani, una vez que tengan el control total sobre el Sáhara, la recuperación de Ceuta y Melilla deberían estar en la agenda”.
El informe también subraya los beneficios económicos que este reconocimiento traerá al Reino de Marruecos, dado el interés en la creación de un gasoducto que conecte Nigeria y Marruecos con Europa, que necesariamente pasaría por el Sáhara. Un proyecto que algunos especialistas califican de complicado, por decirlo suavemente, dada la cantidad de países que tendría que atravesar y que originalmente preveía su salida por Argelia y no por Marruecos.