
21-04-2021
Una sensación de Malestar en Marruecos por la cobertura de los medios de comunicación franceses, realizados sobre varios casos legales en curso.
Las autoridades marroquíes apuntan a un «doble rasero» y «poco gusto» de la prensa francesa, especialmente «Le Monde», por su trato doble en contar las historias de los periodistas detenidos en Marruecos, enfocando a la hora de redactar sus artículos al ámbito de derecho de expresión, descuidando del bando que reclama sus derechos legales derivados de los actos de los detenidos.
La publicación, en las últimas semanas, de una serie de artículos, entrevistas y reportajes sobre la situación de los derechos humanos en Marruecos, precisamente la libertad de expresión, en varios medios escritos y audiovisuales franceses han sido rechazados por Marruecos, donde las autoridades han manifestado su disgusto al embajador francés. Hélène Le Gal, como destaca la revista semanal «Jeune Afrique».
La revista panafricana destacó en un artículo publicado ayer martes 20 de abril, el descontento de Rabat con medios franceses sobre el trato de asuntos que «constituyen a día de hoy procesos abiertos contra personalidades procesadas por motivos de derecho penal «, a saber: los periodistas Omar Radi, Souleymane Raissouni y el historiador Maati Mounjib (violación – agresión sexual – blanqueo de capitales).
El medio añade que Marruecos está sorprendido por el hecho de que “quienes los defienden en el extranjero no se molestan en investigar de qué se les acusa y mucho menos en interrogar a sus presuntas víctimas”, que «son, sin embargo, accesibles». A este respecto, una fuente declaró al medio de comunicación que «cuando una personalidad mediática francesa es acusada de acoso o blanqueo, inmediatamente se le ridiculiza. Cuando es marroquí, es automáticamente inocente y víctima de un complot policial».
Por último, la fuente de Jeune Afrique recuerda que pocos medios de comunicación y funcionarios franceses destacaron el papel decisivo desempeñado por la Dirección General de Vigilancia Territorial (DGST) en el desmantelamiento de la célula yihadista femenina de Béziers el 5 de abrilde 2021. «Aplaudir la calidad de la cooperación en materia de seguridad entre nuestros dos países es una fórmula ritual que, en cierto modo, pasa desapercibida. Sin embargo, sería bueno que la opinión pública francesa supiera que, sin nuestra ayuda, varios proyectos de atentados terroristas de estos últimos años en suelo francés no habrían podido ser frustrados», concluyó.