
01-04-2021
El empoderamiento de las trabajadoras migrantes temporeras en Marruecos está en el corazón del proyecto «Irtiqaa«, el resultado de una asociación entre la Agencia Nacional de Promoción del Empleo y las Competencias (ANAPEC) y la Organización Internacional para las Migraciones (OIM).
Durante un Taller Nacional híbrido, organizado este jueves, en el hotel Tour Hassan Rabat, los distintos actores implicados en el proyecto Irtiqaa acudieron a debatir sobre los retos y necesidades multidimensionales que afrontan las trabajadoras temporeras que van a trabajar en la recolección de frutos rojos en España, una vez de vuelta en Marruecos.
Más de 11.000 mujeres, la mayoría de las participantes son casadas de zonas rurales, de entre 18 y 45 años con hijos a cargo. Provienen de familias numerosas con una renta media mensual en torno a los 100 euros.
El objetivo del proyecto Irtiqaa es contribuir al empoderamiento de las trabajadoras marroquíes que participan en el programa de migración circular entre España y Marruecos en su comunidad de origen.
El proyecto tiene como objetivo apoyar los esfuerzos de ANAPEC para poner en marcha un programa de empoderamiento socioeconómico de las trabajadoras temporeras adaptado a sus perfiles y necesidades.
En este sentido, el director general de ANAPEC, Abdelmouneim Madani, dijo que “es prácticamente la operación de migración circular más grande del mundo. Es una operación consistente tanto socio-económica como simbólicamente ya que se basa en una exclusividad de género que solo se dirige a las mujeres en reconocimiento a sus capacidades técnicas”.
En cuanto al aspecto de la seguridad de estas mujeres luego de numerosos incidentes de abuso y explotación, Madani aseguró que todas las cuestiones relativas a la explotación quedan excluidas de este debate, ya que operan en un entorno que protege a la mujer. Es un entorno protector, España no puede dudar de la fuerza de su dispositivo jurídico, incluso de derecho relativo a la preservación de las mujeres».
«Esta es una migración circular legal, segura y que incorpora todas las cualidades que se establecen en la carta de Marrakech sobre migración», concluyó.