
31-03-2021
La migración es un elemento esencial para el equilibrio y la estabilidad del mundo, dado su papel capital en la construcción del mundo del mañana, dijo ayer martes en Rabat el secretario general del Consejo de la Comunidad Marroquí en el Extranjero (CCME), Abdellah Boussouf.
En la 98ª reunión diplomática organizada por la Fundación Diplomática en Rabat, Boussouf destacó que la migración facilita el diálogo y el acercamiento entre religiones, culturas y pueblos, considerando que constituye uno de los elementos principales de la construcción del futuro, observando que el número de migrantes en el mundo se aproxima a los 300 millones de personas, lo que constituye un poder adquisitivo importante, una gran élite y un mercado mundial, asegurando así al mundo su estabilidad y equilibrio.
Boussouf también indicó que la migración fue un actor principal en la lucha contra el Covid-19, recordando en este contexto los principales roles de los migrantes de Marruecos, Turquía y Grecia en el desarrollo de la vacuna contra el covid, y agregó que en otros países han jugado un papel pionero en el funcionamiento de la solidaridad con su país de residencia o su país de origen, como es el caso de Marruecos.
En este contexto, destacó el papel de los marroquíes en todo el mundo que han llevado a cabo importantes acciones sociales y humanitarias en los países donde viven, como las operaciones que realizan los jóvenes para acudir en ayuda de las personas mayores en particular, en además de su contribución al fondo para combatir el Covid-19, además de sus importantes remesas durante la pandemia.
A este respecto, señaló que si bien los estudios del Fondo Monetario Internacional (FMI) muestran que las remesas emitidas por los migrantes en todo el mundo han disminuido en un 20%, las remesas de los marroquíes residentes en el extranjero han aumentado en un 5%, alrededor de 70.000 millones de dirhams en el año 2020.
En cuanto a los esfuerzos realizados por Marruecos en la lucha contra el extremismo y el terrorismo entre los migrantes, Boussouf señaló que el Reino, como modelo de religiosidad, es capaz de enfrentar a extremistas, y terroristas, a través del llamamiento al desarrollo de un modelo de la religiosidad islámica basada en tres pilares fundamentales, a saber, el proyecto religioso racional y el espíritu crítico y la dimensión espiritual.
También consideró que «al llegar a concebir una religiosidad con estas características, sin duda nos adheriremos al siglo XXI, comprenderemos el mundo y haremos que el mundo nos comprenda».
Refiriéndose a la participación de los MRE en las elecciones, Boussouf dijo que es un derecho constitucional que requiere garantías legales para la práctica de este derecho.
Añadió también que los partidos políticos marroquíes son unánimes en cuanto a la importancia de la participación de los marroquíes del mundo en las elecciones, observando, sin embargo, que el debate todavía no ha dado lugar a la materialización de este derecho constitucional en el marco de las leyes que rigen las elecciones.