
26-03-2021
El presidente francés, Emmanuel Macron, ha reconocido oficialmente por primera vez la responsabilidad de Francia en el desorden que ha sacudido a Libia y parte de África durante diez años.
«Tenemos una deuda con Libia, muy clara: una década de desorden», dijo el presidente Macron durante la recepción de los nuevos líderes libios el martes 23 de marzo en el Palacio del Elíseo.
Fue la primera vez que Emmanuel Macron reconoció oficialmente la responsabilidad de Francia por los disturbios en Libia y parte de África en los últimos diez años.
La intervención de 2011 contra el exlíder Muammar Gaddafi, alentada en ese momento por el presidente francés Nicolas Sarkozy, tuvo repercusiones en todo el Sahel.
Los jefes de Estado del Sahel se quejan regularmente de las consecuencias de la intervención occidental contra Muammar Gaddafi en 2011. Su caída no solo los privó del maná financiero de Trípoli, sino que también dispersó a los combatientes armados por toda la región y provocó la llegada masiva de mercenarios de todas las nacionalidades.
Algunos actores de la coalición en ese momento ya habían hecho su mea culpa. El expresidente estadounidense Barack Obama llegó a considerar que la intervención en Libia, a instancias de Nicolas Sarkozy, fue su mayor error.
Según el analista Antoine Glaser, Emmanuel Macron admite menos la culpa de Francia por enfatizar la responsabilidad de su predecesor que por intentar recuperar un punto de apoyo en Libia, mientras que Turquía, Rusia e Italia han recuperado terreno. Libia, además de su riqueza petrolera, es un país clave para el control del Mediterráneo y el flujo de migrantes.
En Malí, la declaración de Emmanuel Macron sobre Libia se consideró un reconocimiento indirecto del papel de Francia y Occidente en el caos que se ha apoderado del Sahel.
Sory Ibrahim Diarra, presidente de la Asociación de Vigilancia Ciudadana de Malí, expresó su satisfacción con la declaración de Macron diciendo que «Estamos muy contentos con esta declaración del presidente Macron (…) Todos los desórdenes que han ocurrido en Libia, Mali, en Chad, en Níger … Todos los países del Sahel se han desestabilizado. Si Libia vuelve a estabilizarse, todo el Sahel lo estará».
Pero para Ramata Ndaou, el vicepresidente de la misma asociación, el jefe de Estado francés debe, con sus aliados, tomar medidas concretas. “Tiene que poner en práctica sus palabras. Debe ir más allá y asegurarse de que el Sahel pueda tener tranquilidad y paz».