
15-02-2021
África occidental se enfrenta nuevamente a una epidemia de fiebre hemorrágica del Ébola, con siete casos, incluidas tres muertes, registrados el domingo en el sureste de Guinea, de donde ya se había librado la peor epidemia de la historia del virus (2013-2016).
Guinea y la OMS se sienten mejor equipados que hace cinco años, gracias en particular al progreso de la vacunación, para hacer frente a esta enfermedad viral que apareció por primera vez en 1976 en lo que es ahora la República Democrática del Congo (RDC), donde todavía abunda.
En Liberia y Sierra Leona, países vecinos de Guinea, donde no se ha informado de ningún caso, las autoridades han anunciado una mayor vigilancia y acciones de sensibilización entre la población, en particular a lo largo de las fronteras con Guinea.
«Estoy preocupado como ser humano, pero mantengo la calma porque manejamos la primera epidemia y la vacunación es (ahora) posible», dijo el sábado por la noche el ministro de Sanidad de Guinea, Rémy Lamah.
Los nuevos casos, siete, incluidas tres muertes, surgieron en la región del Guinea Forestal, cerca de Liberia. Las pruebas realizadas en Conakry confirmaron el domingo que efectivamente se trataba de ébola.
«Esto pone a Guinea en una situación de epidemia de ébola», anunció el domingo el director de la agencia de salud de Guinea (ANSS), el Dr. Sakoba Keïta, después de una reunión de emergencia.
Según él, una enfermera falleció a finales de enero en Gouecké, cerca de la capital regional Nzérékoré, y «varias personas que participaron en su funeral empezaron unos días después a presentar síntomas de diarrea, vómitos, sangrado y fiebre».
También es desde esta región, ubicada a más de 800 km de Conakry por carretera, donde se inició la peor epidemia de la historia del virus, que había matado a más de 11.300 entre 2013 y 2016, principalmente en Guinea, Sierra Leona y Liberia.
La propia Guinea había sido sometida a duras pruebas, con más de 2.500 muertos.
Los nuevos pacientes fueron aislados y los centros de atención «reactivados» en Nzérékoré y Conakry. Una «misión investigadora» «delimitará y determinará las aldeas de todas las personas que participaron en el entierro de esta primera víctima para identificar a los contactos y aislarlos», explicó el jefe de la ANSS.
También será necesario determinar el origen de este resurgimiento, que podría provenir de un «paciente anteriormente curado cuya enfermedad despertó» o de una transmisión por «animales salvajes, en particular murciélagos», subrayó Keïta.