
29-01-2021
Entre desarrollar una producción local de calidad y estimular la demanda extranjera, el textil marroquí enfrenta muchos desafíos. Sin embargo, esta industria, con múltiples intereses en juego, también se vio ferozmente alterada por la crisis de Covid-19, que aún sumerge a los profesionales en la incertidumbre.
Aunque mostró una capacidad de recuperación interesante desde el inicio de la crisis de Covid-19, el textil marroquí, que cuenta con más del 17% de las empresas del sector industrial y una cuota de empleo superior al 21% en la industria, sufre numerosas perturbaciones relacionadas, en particular, con los suministros, procedentes sobre todo de China, y con la disminución de la demanda extranjera, en particular hacia la UE.
La Asociación Marroquí de Industrias Textiles y de la Confección (AMITH) entregó a la agencia MAP su análisis del sector, precisando que las empresas luchan ahora por reaccionar adecuadamente ante la drástica caída de su actividad desde noviembre de 2020, por el deterioro de sus balances y la falta de visibilidad de su cartera de pedidos.
Según su Directora General, Fatima-Zohra Alaoui, los desafíos existentes y las deficiencias del mercado hacen que estas empresas necesiten apoyo para preservar el potencial humano y técnico del sector, así como el legado y los conocimientos acumulados a lo largo de las generaciones, con el fin de asegurar una recuperación sostenible tan pronto como el contexto global lo permita.
Lamentablemente, en vista del deterioro de la situación sanitaria en Europa, nuestras exportaciones iniciaron nuevamente una tendencia a la baja a partir de noviembre, una disminución que ascendió al 11% en comparación con noviembre de 2019, señaló Alaoui.
Por su parte, Moulay Driss El Alaoui, director general adjunto de un grupo de importación/exportación de textiles y prendas de vestir, con sede en Tánger, cree que el sector textil se enfrenta a dos problemas importantes, a saber, la oferta y la demanda exterior. Por un lado, la oferta a nivel sectorial es muy confusa, por otro lado, la lentitud de los procedimientos proteccionistas ejercidos por los distintos países destinatarios, sobre todo en lo que se refiere a las certificaciones, pesa también sobre el sector.
“La falta de visibilidad de lo que sucederá, nos hizo sufrir la falta o incluso la ausencia de inversiones, sumado a esto la competencia agresiva de ciertas importaciones, la pérdida de pedidos marroquíes y la débil competitividad de los textiles marroquíes”, testificó El Alaoui.
Subrayó así la necesidad de estimular la demanda, ya sea local o internacional, incentivar la incorporación de las estructuras informales del sector al sector formal, con la ayuda de incentivos fiscales y sociales, promover la transformación digital del sector y apoyar a los fabricantes en el área de servicios de marketing digital y comercio electrónico, elemento clave que ha permitido al sector sobrevivir a esta crisis.
En su opinión, la reactivación del sector depende de la voluntad de los fabricantes de renovar su capacidad de adaptación a las nuevas circunstancias.