
20-01-2021
Las autoridades marroquíes han decidido reforzar su vigilancia en los pasos fronterizos terrestres, aéreos y marítimos para evitar la infiltración y propagación de la nueva variante del coronavirus.
De este modo, se decidió fortalecer el control inmediatamente después de que el Ministerio de Sanidad anunciara el pasado lunes la detección de un primer caso de la nueva cepa del coronavirus.
La Asociación de Agentes de Salud movilizó a trabajadores del Ministerio de Sanidad en los puntos fronterizos para desarrollar medidas de vigilancia epidemiológica aprobadas por el Ministerio, encaminadas a la detección precoz de cualquier posible caso entre los viajeros.
En un comunicado de prensa de la asociación, los trabajadores de salud están comprometidos a proporcionar todos los recursos disponibles para apoyar las actividades de monitoreo, acogiendo con satisfacción los esfuerzos realizados por todos los actores para hacer frente a la pandemia, incluidos el trabajo de los trabajadores sanitarios en puertos, aeropuertos y el puesto fronterizo de Guerguerat en el Sahara.
Los servicios de control en los puertos internacionales anunciaron el establecimiento de un programa operativo de seguimiento de viajeros en los puntos fronterizos, de acuerdo con la decisión de Sanidad de activar la vigilancia sanitaria. Por lo general, las unidades médicas dentro de los aeropuertos y puertos controlan a todos los pasajeros y miden su temperatura, y todos los viajeros deben completar un formulario que indique dónde han estado y hacia dónde se dirigen en Marruecos, así como su información de contacto.
El Ministerio de Sanidad ha impuesto, como había confirmado anteriormente, medidas preventivas y cautelares a los pasajeros procedentes de países altamente contagiados a los aeropuertos del Reino, con el único fin de garantizar que los viajeros no sean portadores del virus.
Desde el primer caso registrado, el Gobierno anunció rápidamente la suspensión de vuelos, a partir del martes 19 de enero de 2021, con Australia, Brasil, Nueva Zelanda e Irlanda. Estos países se añaden a Sudáfrica, Dinamarca y Reino Unido, con los que Marruecos ya había decidido suspender los vuelos en ambos sentidos.