
12-11-2020
Las ONGs Amnistía Internacional y Human Rights Watch (HRW) denunciaron ayer miércoles, las condiciones de acogida de los migrantes en las Islas Canarias, que registraron más de 2.000 llegadas el pasado fin de semana.
El puerto de Arguineguín en la isla de Gran Canaria, donde se instalan carpas para migrantes, “está saturado y según nuestra información se están emitiendo órdenes de expulsión, sin que “los migrantes hayan recibido ninguna asistencia legal”, dijo Amnistía Internacional en un comunicado.
“Las autoridades españolas deben mejorar de inmediato la saturación y las insalubridades en el puerto de Arguineguín”, exigió HRW.
Hay “gente esperando allí durante varios días, durmiendo en el suelo, baños compartidos por 30 o 40 personas”, describe Judith Sunderland, subdirectora de HRW para Europa y Asia Central que visitó la zona hace unos días.
“Estas condiciones no respetan la dignidad ni los derechos más básicos de estas personas”, agregó.
Según una portavoz de la prefectura de Canarias, se están haciendo esfuerzos para reubicar a los migrantes en instalaciones más adecuadas, a pesar de que todavía hay más de 1.800 personas allí.
El campamento de Arguineguín pronto será desmantelado y trasladado a “terrenos militares” en la ciudad de Las Palmas en Gran Canaria, dijo la semana pasada el ministro del Interior español, Fernando Grande-Marlaska, durante una visita en compañía de la comisaria europea de Asuntos de Interior, Ylva Johansson, que pidió la devolución a los países de origen de los migrantes que no pueden reclamar protección internacional.
Contactado por la AFP (Agence France-Presse), el Ministerio del Interior español negó los informes según la cual los migrantes estaban siendo deportados sin que se les ofreciera los servicios de un abogado.
Desde hace varios meses, los migrantes africanos se dirigen hacia Canarias con preferencia al Mediterráneo debido a los acuerdos de control de fronteras celebrados con Libia, Turquía y Marruecos.