
02-10-2020
Con ocasión de una reunión de alto nivel gestionada por la Organización de las Naciones Unidas ayer jueves, para celebrar el 25 aniversario de la Cuarta Conferencia Mundial sobre la Mujer en Beijing, Marruecos expresó la esperanza de que las desigualdades entre mujeres y hombres se están convirtiendo en una cosa del pasado, donde al mismo tiempo se destacó que el Reino ha realizado una “estrategia proactiva” en relación a la igualdad de género.
Durante el encuentro virtual, el ministro de Relaciones Exteriores, Cooperación Africana y Marroquíes Residentes en el Extranjero, Nasser Bourita, expresó que “El deseo de Marruecos es que el futuro se vislumbre en el presente y que las desigualdades entre mujeres y hombres pertenezcan a otro tiempo”. El ministro recordó que la Conferencia de Beijing significó un punto de inflexión en el programa internacional para la igualdad entre mujeres y hombres, dado que la Declaración y el Plan de Acción adoptados, constituyen un catalizador de la cooperación y un instrumento de movilización.
“Los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) también integran una agenda a favor de la igualdad de género y el empoderamiento de las mujeres ya que no es sólo un objetivo aislado en su totalidad (ODS 5) pero también como parte integral de cada uno de los 17 ODS”, resaltó Bourita; subrayando además que la igualdad de género es transformadora porque atraviesa todos los desafíos de nuestro tiempo, de forma transversal, creyendo que su eje radica en su poder multiplicador que la convierte en el barómetro del progreso y el desarrollo”.
“Ciertamente, se han realizado esfuerzos considerables; sin embargo, ningún país puede afirmar haber alcanzado la igualdad total. La discriminación todavía existe. Las disparidades persisten. Las barreras estructurales resisten y los estereotipos son legión mientras los medios desplegados quedan por debajo de los objetivos marcados”, dijo el funcionario, al tiempo que lamentó la acentuación de estas desigualdades durante la crisis generada por la pandemia del Covid-19, la cual “debilitó aún más la situación de mujeres y niñas”.
En este contexto, Marruecos ha desplegado diversas acciones, entre las cuales se resalta la Moudawana en 2004, el levantamiento de las reservas a la Convención sobre la Eliminación de Todas las Formas de discriminación contra la mujer (CEDAW) en 2008, así como la aprobación en 2011 de una Constitución que consagra de manera inequívoca la igualdad entre mujeres y hombres en todos los ámbitos. También, la aprobación de la Ley 103.13 sobre violencia contra la mujer, que penaliza todas las formas de violencia y establece un mecanismo real de atención a sobrevivientes de violencia.
El ministro indicó que esta dinámica a favor de la igualdad se ha visto reforzada con la adopción de estrategias de Gobierno como el Plan Gubernamental para la Igualdad, que constituye un marco para la convergencia de acciones orientadas a promover los derechos de las mujeres y su integración en las políticas públicas. Marruecos incluso estableció en 2013 un Centro de Excelencia para presupuestos sensibles al género, el primero a nivel africano y árabe, que se ha convertido en un modelo de cooperación Sur-Sur.