
30-09-2020
Los resultados del diálogo inter-libio celebrado recientemente en Bouznika, Marruecos, representan un paso importante que transforma un estancamiento de varios años en un verdadero impulso, dijo el ministro de Asuntos Exteriores, Cooperación Africana y Marroquíes Residentes en el Extranjero, Nasser Bourita.
«El gran avance de las conversaciones de Bouznika ha sido la voluntad y el compromiso de los libios de sentarse juntos y discutir los medios de salir del actual estancamiento político», dijo Bourita en una entrevista publicada el miércoles por el Instituto de Estudios de Seguridad (ISS) basado en la capital sudafricana Pretoria.
«Otro logro fue el formato de estas conversaciones, ya que eran apropiados y dirigidos por los libios», agregó el ministro, señalando que los debates han tenido lugar entre representantes de instituciones cuya legitimidad se deriva del Acuerdo de Sjirat de 2015.
Al final de las conversaciones de Bouznika, las dos delegaciones del Alto Consejo de Estado libio y el Parlamento de Tobruk alcanzaron por primera vez un acuerdo global sobre los criterios y los mecanismos transparentes y objetivos para ocupar los cargos de sobranía, subrayó.
Además, Bourita, indicó que las delegaciones libias han acordado continuar este diálogo y reanudar las reuniones con el fin de completar las medidas necesarias para garantizar la aplicación y la activación de este acuerdo, señalando que «existe una vía política abierta que, esperemos, favorezca una solución política global al conflicto libio».
«Marruecos siempre ha estado y seguirá estando al lado del pueblo libio para ayudarlo a recuperar su estabilidad, progreso y bienestar», aseguró el ministro.
Sin embargo, señaló que «se trata de un proceso libio-libio» y que «Marruecos no ha presentado ninguna propuesta, ni siquiera una recomendación, salvo para animar a los libios a sentarse, hablar y enfocar la solución y no el proceso».
“La posición desde el principio del Rey Mohamed VI es que la solución solo puede existir si es libia, política e inclusiva. Y sobre todo, no debería y no podría ser militar», destacó Bourita.
El ministro insistió en que el estancamiento puede superarse «si cesan inmediatamente las injerencias externas en la crisis libia, en particular el flujo de armas que alimenta el conflicto, comprometiendo la seguridad de toda la región sahelo-magrebí».