
20-09-2020
La iniciativa de Marruecos de reunir a las partes libias en torno a la mesa de diálogo consagra el papel del Reino en la estabilidad regional, dijo el académico brasileño, Fábio Albergaria de Queiroz.
«La situación actual de Libia es un elemento que evoca la inestabilidad en la región del Magreb», dijo el experto en relaciones internacionales en una entrevista concedida a la agencia MAP, añadiendo que «tras el éxito de las acciones proactivas del Reino en ámbitos sensibles como la inmigración, la lucha contra el terrorismo y el cambio climático, la iniciativa de Marruecos de organizar una mesa de negociaciones entre los beligerantes libios consolida el papel y el liderazgo de Rabat como portavoz de la estabilidad regional».
Por otra parte, el profesor adjunto de la Escuela Superior de Guerra (ESG) se refirió a la cuestión del Sahara, señalando que, dada la complejidad de este asunto que dura desde hace décadas, la propuesta de autonomía es una opción que debe ser objeto de implicación y de examen por todas las partes.
«En efecto, esta opción puede abrir un espacio para la solución política de un conflicto regional que, entre otras cosas, ha frenado la integración magrebí en las cadenas de producción internacionales. Esto significa también que una solución concertada es esencial para superar este legado de conflicto indeseable que se remonta al período colonial y que ha impedido el pleno desarrollo de la región», subryó.
«El apoyo de países importantes a la iniciativa marroquí, que sigue creciendo, refleja no sólo la voluntad de aportar respuestas duraderas y eficaces, sino también que la vía de las negociaciones adoptada por la diplomacia marroquí ha tenido los resultados esperados», destacó el profesor brasileño.
El autor de una crónica publicada recientemente en la revista brasileña «OMNIDEF Analysis» titulada «El Magreb y los intereses estratégicos del Brasil» señaló que los documentos importantes en el ámbito de la defensa en Brasil (política y estrategia de defensa nacional) designan el Atlántico y la costa occidental de África como ámbitos prioritarios, «lo que nos obliga a considerar a Marruecos como un socio natural y estratégico».
De Queiroz señaló que “el Atlántico, desde un punto de vista pragmático, une a los dos países en el intercambio de una identidad común y en la construcción de un espacio de desarrollo, paz y estabilidad donde los logros son mutuos y beneficioso para todos ”.
En esta sentido, recordó la visita realizada en 2019 a Brasil por el ministro de Asuntos Exteriores, Cooperación Africana y Marroquíes Residentes en el Extranjero, Nasser Bourita, que permitió, según él, continuar la construcción de una alianza estratégica sobre la base de un marco legal bastante amplio, a saber, defensa, inversiones, justicia, seguridad y comercio.