
12-09-2020
La reciente intervención de la Oficina Central de Investigación Judicial (BCIJ) salvó al Reino de Marruecos de un verdadero baño de sangre. El cuerpo que vela por la seguridad de Marruecos ha demostrado una vez más su gran experiencia en el manejo de estas situaciones, ya que Marruecos en los últimos años ha sido y seguirá siendo bajo amenaza de grupos terroristas radicales que buscan desestabilizar el actual ambiente de seguridad que se respira en el Reino.
Tras el arresto del príncipe de la célula, medios de comunicación tuvieron la «lucidez» de entrevistar a la esposa del terrorista para hablar de su supuesta inocencia, aunque la verdad no se entiende cuál es el fin de dicha entrevista, sí el pescadero (profesión del terrorista) quiso saltarse por los aires con una bombona de gas al verse rodeado de agentes del BCIJ.
Las declaraciones de la esposa han sido rápidamente desmentidas a través de un comunicado del BCIJ. El problema actual al que se enfrenta Marruecos, reside en la inconciencia de varios ciudadanos que creen ciegamente en la teoría de la conspiración, los que desmienten cualquier versión oficial, criticar por criticar, esos mismos ciudadanos que dudan de la existencia del coronavirus por ejemplo.
Este tipo de amenaza de tus propios ciudadanos iguala a las amenazas extranjeras, que ven en Marruecos un país difícil de desestabilizar, especialmente, en el marco relativo con la seguridad y la integridad territorial. De hecho, el nombramiento de Abdellatif Hammouchi, a la cabeza de la Dirección General de Seguridad Nacional (DGSN) y de la Dirección General de Vigilancia y Seguridad Territorial (DGST), ha ubicado a Marruecos entre las experiencias mundiales más exitosas a nivel de seguridad nacional. El hombre ha recibido reconocimientos por su gran competencia de países como España y Alemania, además de recibir varias invitaciones para compartir su experiencia con países del Golfo.
La ubicación geográfica estratégica de Marruecos, y su creciente rol en la zona MENA, Sahel…etc, ha llevado al Reino a convertirse en una marca registrada a nivel de seguridad. La crisis del coronavirus, igual ha seducido a ciertos grupos extremistas a revivir sus planes destructivos, para derribar un enorme trabajo que se lleva desarrollando desde casi dos décadas.
Con la existencia de la DGSN, DGST, y el BCIJ, es difícil descender a este país al infierno del califato. De este modo, cultivar hoy en día una ideología de extremismo hasta que alcance una cierta madurez, es tan improbable con dichos departamentos velando por la seguridad nacional.