
El fútbol marroquí ha experimentado un florecimiento notable en los últimos años, alcanzando hitos históricos que incluyen las semifinales de la Copa Mundial de la FIFA Qatar 2022 para el equipo masculino y los octavos de final para el equipo femenino en la Copa Mundial Femenina de la FIFA de este año.
Además, los equipos juveniles, como los Sub-17 llegando a los octavos en la reciente Copa Mundial de la categoría y los Sub-23 ganando la Copa Africana de Naciones Sub-23 este año, asegurado su clasificación para los Juegos Olímpicos del próximo año.
Lo más destacado, sin duda, fue la victoria de Marruecos en la Copa de las Confederaciones de fútbol sala de la FIFA 2022, lo que les permitió escalar hasta el octavo puesto en el ranking mundial de fútbol sala. Esto sigue a su destacada actuación al llegar a los cuartos de final en la Copa Mundial de fútbol sala de la FIFA en 2021, según el sitio web del organismo rector del fútbol mundial «Fifa.com».
Estos logros sin precedentes no solo son notables para Marruecos, sino que también marcan un hito para cualquier selección africana o árabe. En un lapso sorprendentemente corto, han acumulado un historial impresionante, todo gracias a un plan estratégico que se ha desarrollado a lo largo de varios años.
Un plan innovador
Los éxitos de Marruecos en 2022 y 2023, junto con la exitosa candidatura para albergar la Copa Mundial de la FIFA 2030 junto a España y Portugal, no son producto del azar. Todo es el resultado de un plan cuidadosamente elaborado que ahora está dando sus frutos para el fútbol marroquí. Con inversiones deportivas a largo plazo, se espera que este impulso continúe en el futuro.
Después de quedar eliminados en la fase de grupos en 1998, los Leones del Atlas no lograron clasificarse para otra Copa del Mundo hasta 2018, y también se perdieron tres ediciones de la Copa Africana de Naciones en la década de 1990. Estos resultados decepcionantes fueron consecuencia de una estructura futbolística que carecía de un proceso estructurado para la identificación de talentos, el desarrollo de jugadores y la profesionalización.

Todo cambió con el nuevo proyecto liderado por el presidente de la Federación Real Marroquí de Fútbol, Fouzi Lekjaa, quien asumió el cargo en 2017. Desde su nombramiento, los resultados han mejorado rápidamente gracias al plan implementado en todo el fútbol marroquí, abarcando todas las categorías y géneros, con un papel crucial desempeñado también por los clubes.
Con Lekjaa a la cabeza, la federación nacional se ha centrado en el desarrollo de la infraestructura deportiva en el país, construyendo nuevos estadios y renovando los existentes. Como resultado, Marruecos será anfitrión de la Copa Africana de Naciones 2025 y compartirá la organización de la Copa Mundial de la FIFA 2030 con España y Portugal.
En 2009, con el fútbol marroquí en un nivel bajo, el Rey Mohammed VI construyó una academia de fútbol por valor de 13 millones de euros con el objetivo de desarrollar el deporte a nivel nacional. Los resultados han sido impresionantes. La academia no solo ofrece formación deportiva sino también educación, con diez aulas dedicadas. Además, cuenta con un departamento de medicina deportiva de última generación listo para producir futuros profesionales.
Varios jugadores talentosos, incluidos Youssef En-Nesyri, Nayef Aguerd, Hamza Mendyl y Azzedine Ounahi, han surgido de esta academia, convirtiéndose en activos valiosos para los equipos nacionales de Marruecos y contribuyendo al éxito en el escenario mundial.
Fútbol juvenil y femenino en auge
La federación ha obligado a los clubes a establecer ramas juveniles para ayudar a identificar y desarrollar talentos. Este esfuerzo ha dado sus frutos, con jugadores que se han trasladado a Europa para jugar profesionalmente y otros que han elevado el nivel de los clubes marroquíes, permitiéndoles destacar en competiciones internacionales.
Asimismo, el fútbol femenino ha experimentado un impulso significativo, con AS FAR ganando la Liga de Campeones Femenina de la CAF en 2022, además de alcanzar los octavos de final en la Copa Mundial Femenina de este año, por parte del equipo nacional de la misma categoría.

La inversión en el fútbol juvenil y femenino ha sido la clave para la transformación del fútbol marroquí. En 2020, la FIFA otorgó a las federaciones de fútbol una subvención de 500,000 dólares estadounidenses para superar el impacto de la COVID-19, y Lekjaa decidió destinar esos fondos al desarrollo del fútbol femenino en Marruecos.
Estos fondos se utilizaron para contratar a Reynald Pedros como entrenador principal del equipo nacional femenino, con responsabilidades que incluyen la supervisión de los equipos femeninos juveniles y, lo que es más importante, la identificación de talentos marroquíes jugando en Europa mientras continúa el desarrollo local del fútbol.
Apuesta por la diáspora
La federación ha buscado aprovechar al máximo la gran diáspora marroquí, especialmente considerando el número de personas que juegan en países con una fuerte tradición futbolística como los Países Bajos, España y Francia. El desafío, una vez identificados estos jugadores, era convencerlos de representar a Marruecos.
A través de este proceso, Marruecos ha contado con estrellas como Hakim Ziyech, Sofyan Amrabat, Nordin Amrabat, Achraf Hakimi y Noussair Mazraoui.

La selección femenina también se ha beneficiado, con la inclusión de jugadoras como Yasmine Zouhir, quien juega para Saint-Étienne, Iman Saoud, que juega en Suiza, y Rosella Ayane, en el Tottenham Hotspur.
Además, los entrenadores marroquíes han tenido la oportunidad de estudiar, aprender y adquirir experiencia para liderar los equipos nacionales y demostrar sus habilidades. Con la designación de Walid Regragui como entrenador principal del equipo masculino, ahora hay entrenadores marroquíes supervisando todas las categorías.
Después de años en la oscuridad, Marruecos se ha convertido en un nombre destacado en el fútbol gracias a un proyecto integral, una planificación a largo plazo y la creencia en las recompensas que se obtienen mediante un arduo trabajo constante, afirma la FIFA.
Este renacimiento futbolístico no solo ha elevado la posición de Marruecos en el escenario internacional, sino que también ha generado un entusiasmo renovado entre los aficionados y ha inspirado a la próxima generación de talentos. Con la mira puesta en el futuro, el fútbol marroquí parece estar en una trayectoria ascendente sostenible, gracias a un enfoque integral que abarca todas las dimensiones del deporte. Este éxito no solo se mide en términos de victorias en el campo, sino también en el impacto positivo en la sociedad, el desarrollo de talento y la proyección internacional. Marruecos ha demostrado que con un plan sólido y la dedicación adecuada, es posible alcanzar las cimas del fútbol mundial.
Por: Soufiane Ben Lazaar
06-12-2023









