La Embajada de México en Marruecos se llenó nuevamente de flores, velas, memoria y tradición al inaugurar su altar de Día de Muertos, una costumbre que, aunque profundamente mexicana, ha trascendido fronteras para celebrarse también en otros países latinoamericanos y anglosajones. Desde hace seis años, esta festividad se vive también en Rabat, como un homenaje a la herencia cultural mesoamericana combinada con influencias posteriores a la colonización.
Reconocida por la UNESCO como Patrimonio Inmaterial de la Humanidad desde 2008, esta conmemoración rinde tributo a la memoria de los que ya partieron. En esta ocasión, la ofrenda fue dedicada a Sor Juana Inés de la Cruz, intelectual del siglo XVII, poeta, dramaturga y pionera en la defensa del derecho de las mujeres a la educación. Su figura representa el espíritu crítico y creativo que caracteriza la cultura mexicana y la profunda relación entre vida, conocimiento y trascendencia.

La embajadora mexicana, Mabel Gómez Oliver, explicó en exclusiva a Marruecom que “esta ofrenda de muertos es tan sólo una mínima expresión de lo que ocurre en México en estos días”, recordando que se trata de una verdadera celebración nacional. “La gente no solo monta sus ofrendas y sus altares en sus casas sino también a nivel de los pueblos se organizan para montar grandes ofrendas en distintos espacios públicos y en los cementerios van a visitar a sus difuntos, a sus seres queridos, cubriendo las tumbas de flores, de velas para adornarlas y llevando alimentos, música y alegría para recibir y reencontrarse con las almas y los espíritus de sus seres queridos que han fallecido”, señaló la diplomática.
El Día de Muertos es una costumbre popular y no religiosa, cuyos orígenes se remontan al pueblo mexica, el grupo azteca originario de México, para quienes la muerte no representaba el final, sino una prolongación de la vida. La embajadora subrayó que “es muy importante para nosotros que en África y en particular en Marruecos se conozca esta tradición porque tiende puentes, acerca a los pueblos, a las naciones y ayuda también a comprendernos mejor entre marroquíes y mexicanos. México tiene un interés particular y una forma muy distinta a otros países de entender la muerte y eso nos ayuda también a generar un diálogo con otras culturas que tienen otras tradiciones”.
Además de su significado simbólico, Gómez destacó que la celebración también une al personal de la sede diplomática, ya que días y semanas antes se dedican a su preparación, con una planificación detallada y un trabajo artesanal minucioso que incluye la elaboración de flores de papel, tapetes de semillas, pintura de calaveras, platillos tradicionales y la decoración completa del espacio.
El altar permanecerá abierto al público en la Embajada de México en Rabat del 5 al 28 de noviembre. Quienes deseen visitarlo pueden solicitar una cita por correo electrónico para ingresar y conocer de cerca los elementos y el simbolismo de una de las tradiciones más emblemáticas de México.
Pues, más allá de su belleza estética y su carga emocional, el altar del Día de Muertos en Rabat se convierte en un símbolo de diálogo entre culturas, donde las distintas cosmovisiones sobre la vida y la muerte se encuentran y se reconocen. En ese intercambio, Marruecos y México reafirman su voluntad de aprender el uno del otro, compartiendo no solo tradiciones, sino también la apertura de espíritu que permite que la memoria y la vida sigan floreciendo, incluso más allá de las fronteras.
05/11/2025
María Angélica Carvajal









