El Premio Cervantes 2025 ha cruzado el Atlántico para reconocer la obra de Gonzalo Celorio, uno de los grandes nombres de la literatura mexicana contemporánea. El jurado ha destacado su “excepcional contribución al enriquecimiento del idioma y de la cultura hispánica”, y su capacidad para convertir la memoria del México moderno en un espejo universal de la condición humana. En su voz se mezclan la erudición del académico, la sensibilidad del narrador y la mirada reflexiva del cronista, una triada que lo consolida como figura esencial del panorama literario latinoamericano.
El fallo, anunciado por el ministro español de Cultura, Ernest Urtasun, celebra además el cincuentenario del Cervantes, un premio que este año regresa a América Latina tras dos ediciones consecutivas en manos españolas. “Celorio representa la figura del escritor integral: creador, maestro y lector apasionado”, subrayó Urtasun. La decisión parece también un homenaje al vínculo cultural entre España y México, en un año en el que la fotógrafa Graciela Iturbide y el Museo Nacional de Antropología fueron distinguidos con los Premios Princesa de Asturias.
A sus 77 años, Celorio recibe este reconocimiento con la serenidad del maestro y la gratitud del aprendiz. “Me siento muy honrado y muy emocionado. Honra mi vocación literaria, mi amor por la lengua española y mi devoción cervantina”, declaró a la agencia EFE. Su trayectoria refleja una vida consagrada a la palabra como doctor en Lengua y Literaturas Hispánicas por la UNAM, donde ha sido profesor, director y referente académico, ha transitado por el ensayo, la novela y la memoria con una elegancia que rehúye el artificio para encontrarse con lo humano.
Su obra, tejida entre la reflexión y la ternura, ha explorado los territorios de la identidad, la educación sentimental y la pérdida. En títulos como «El viaje sedentario», «Amor propio» o «El metal y la escoria», el autor ha sabido entrelazar la historia personal con la colectiva, revisitando los ecos del exilio español en México y la transformación de una ciudad y un país a través de la mirada del tiempo. En «Ese montón de espejos rotos», su más reciente libro, reconstruye una autobiografía literaria en la que los bares, los libros y la música “guapachosa” conviven como fragmentos de una memoria que no cesa de reinventarse.
El jurado ha valorado en Celorio “una voz de notable elegancia y hondura reflexiva”, que durante más de cinco décadas ha mantenido viva la tensión entre el pensamiento crítico y la emoción narrativa. No es casual que el autor dirija en la UNAM la cátedra “Maestros del Exilio Español”, ni que sea miembro de número de la Academia Mexicana de la Lengua, de la Real Academia Española y de la Academia Cubana de la Lengua, pues su obra ha sido, y sigue siendo, un puente entre las orillas del español, un territorio donde la palabra une lo que la historia separa.
El escritor mexicano recogerá el galardón el próximo 23 de abril, Día del Libro, en el Paraninfo de la Universidad de Alcalá de Henares, en una ceremonia presidida por los reyes de España. Con este reconocimiento, Gonzalo Celorio se suma a la nómina de autores que han dado forma al canon literario en español, de Octavio Paz a Elena Poniatowska, recordando que la literatura se escribe, se enseña, se hereda y se vive. De esta manera, en el medio siglo del Cervantes, su nombre encarna esa continuidad entre generaciones que convierte al idioma en una patria común.
04/11/2025
María Angélica Carvajal









