En una entrevista concedida al segundo canal nacional, 2M, el ministro de Asuntos Exteriores de Marruecos, Nasser Bourita, ofreció un testimonio revelador sobre los bastidores diplomáticos que acompañaron la reciente adopción de la resolución 2797 del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas sobre el Sáhara marroquí. Según explicó, el Rey Mohammed VI desempeñó un papel directo y determinante en este proceso, liderando personalmente una serie de contactos diplomáticos con dirigentes internacionales entre cinco y seis días antes de la votación, en un contexto geopolítico especialmente tenso.
Bourita subrayó que el logro de once votos favorables se produjo en “una de las composiciones más difíciles del Consejo de Seguridad en los últimos veinte años”, en alusión a la presencia de Argelia como miembro no permanente. En ese marco, la implicación del Soberano habría sido decisiva para inclinar el resultado a favor de Rabat. Según el ministro, el Rey siguió de cerca cada fase del proceso y actuó con “precisión, visión y realismo”, manteniendo intercambios directos con varias capitales influyentes para asegurar primero las nueve voces necesarias y, finalmente, las once que consolidaron el éxito diplomático marroquí.
Desde una perspectiva más amplia, Bourita destacó que la acción del monarca se inscribe en una diplomacia basada en la “seriedad y la acción”, centrada en resultados concretos y en una lectura precisa de los equilibrios globales. Recordó, en ese sentido, las visitas reales a China y Rusia, cuyo impacto se refleja hoy en la consolidación del apoyo internacional a la causa del Sáhara. Asimismo, elogió la claridad con la que el Rey ha establecido las relaciones con socios europeos, particularmente con España, sobre la base de la transparencia y el respeto mutuo.
El ministro resumió la estrategia del Soberano en dos ejes esenciales: hacer comprender a la comunidad internacional que la cuestión del Sáhara constituye el prisma a través del cual Marruecos observa sus relaciones exteriores, y afirmar que Marruecos de hoy es un actor soberano y legítimo, consciente de su fuerza.
Mirando hacia el futuro, Bourita se mostró optimista ante la futura composición del Consejo de Seguridad, donde países históricamente aliados de Rabat —como Bahréin, Liberia y la República Democrática del Congo— ocuparán escaños en 2026. Para el ministro, el hecho de que la resolución haya sido adoptada sin votos en contra ni uso del veto representa “un punto de inflexión diplomático histórico”, fruto de la visión y la acción directa del Rey Mohammed VI.
02/11/2025









