Entre la discreción diplomática y la expectación mediática, Marruecos volvió a ocupar el foco de la atención regional con la visita no anunciada del príncipe heredero saudí, Mohammed bin Salman, a las ciudades de Rabat y Marrakech. Aunque el viaje no figuró en ninguna agenda oficial, su significado político va mucho más allá de un simple descanso entre amigos.
Fuentes locales confirmaron que un avión privado de gran porte aterrizó recientemente en el aeropuerto de Marrakech-Menara, transportando al heredero saudí y a un reducido grupo de colaboradores. Entre ellos, testigos mencionaron al ex primer ministro libanés Saad Hariri, lo que añadió una dosis extra de interés al episodio. El séquito se instaló en un resort de lujo, bajo un dispositivo de seguridad tan meticuloso como visible.
En apariencia, se trató de una visita de carácter privado. Pero la diplomacia rara vez admite casualidades. Desde su encuentro con el rey Mohamed VI en París en 2018, las agendas de ambos monarcas no habían ofrecido un escenario visible de acercamiento. Ahora, en un contexto regional marcado por reajustes geopolíticos y tensiones energéticas, todo gesto adquiere valor simbólico.
Expertos en relaciones árabes señalan que la relación entre Marruecos y Arabia Saudí se sostiene sobre lazos históricos y una cooperación estratégica que abarca desde la seguridad hasta la inversión. En los últimos años, ambos países han buscado sincronizar posturas ante los grandes retos del mundo árabe, desde la estabilidad del Magreb hasta las reformas económicas en la península arábiga.
La estancia de Mohammed bin Salman, aun envuelta en el discreto aura del protocolo saudí, devuelve a Marrakech su papel de escenario predilecto para encuentros de alto calibre. La ciudad roja, que ha seducido durante décadas a líderes, artistas y magnates, se confirma una vez más como espacio de distensión preferido cuando la política necesita respirar lejos de los micrófonos.
Al final, más que una simple escala personal, la visita parece insinuar un mensaje de continuidad: la alianza marroquí-saudí sigue viva, adaptándose a los nuevos vientos del mundo árabe sin perder el tono fraternal que ha definido su historia común.
06/10/2025