Israel llevó a cabo este martes 16 de septiembre una nueva ofensiva aérea contra el puerto de Hodeida, en el oeste de Yemen, controlado por los hutíes. Según los medios internacionales, se registraron 12 bombardeos consecutivos contra las instalaciones portuarias, lo que reaviva las preocupaciones por el impacto en la llegada de suministros esenciales y ayuda humanitaria al país, que sufre desabastecimiento tras una década de guerra.
El ejército israelí justificó el ataque asegurando que se trataba de “infraestructura militar utilizada por el régimen terrorista hutí” para trasladar armas proporcionadas por Irán, destinadas a atacar a Israel y sus aliados. No obstante, organizaciones internacionales advierten desde hace meses que el puerto de Hodeida constituye una vía vital para la entrada de alimentos, medicinas y combustible hacia millones de civiles yemeníes que dependen casi por completo de la ayuda exterior.
Esta nueva ofensiva israelí se enmarca en el endurecimiento del bloqueo marítimo y aéreo impuesto por Israel en el mar Rojo, tras el aumento de ataques con drones y misiles lanzados por los hutíes en apoyo a los palestinos en Gaza. El ministro israelí de Defensa, Israel Katz, defendió la operación asegurando que el movimiento rebelde “seguirá pagando un alto precio por sus ataques”, en referencia a los incidentes recientes contra buques comerciales vinculados a intereses israelíes.
El puerto de Hodeida ya ha sido escenario de repetidos ataques en las últimas semanas, entre ellos bombardeos contra instalaciones energéticas y puertos estratégicos. La escalada genera alarma en la comunidad internacional, que teme que el castigo militar contra zonas clave para la distribución de ayuda humanitaria agrave una de las peores crisis alimentarias del mundo y deje a millones de yemeníes aún más expuestos al hambre y la pobreza extrema.
16/09/2025