Turquía elevó la presión internacional sobre Israel al ampliar una orden de arresto que incluye al primer ministro Benjamín Netanyahu y a 36 altos cargos de su gobierno por presuntos crímenes de genocidio y contra la humanidad en Gaza. La decisión, anunciada por la Fiscalía de Estambul, busca llevar ante la justicia a los máximos responsables políticos y militares israelíes por una serie de ataques y bloqueos que Ankara califica de “sistemáticos” contra la población palestina desde octubre de 2023.
Entre los señalados figuran figuras clave del gabinete israelí, como el ministro de Defensa Israel Katz, el ministro de Seguridad Nacional Itamar Ben-Gvir y el jefe del Estado Mayor Eyal Zamir, además del comandante de la Marina, David Saar Salama. La Fiscalía sostiene que existen fundamentos suficientes para acusarlos por bombardeos contra hospitales, destrucción de equipamiento médico, el bloqueo total de Gaza y la obstrucción deliberada de la ayuda humanitaria.
El expediente incluye también los hechos relacionados con la Flotilla Global Sumud, interceptada en aguas internacionales en octubre. Las autoridades turcas afirman que los activistas fueron sometidos a torturas, saqueos, daños a la propiedad y detenciones arbitrarias antes de ser deportados. Los testimonios recogidos en Turquía respaldan, según la investigación, la tesis de que estos abusos formaron parte de un patrón más amplio de violaciones graves.
Israel reaccionó con dureza y calificó la medida como un “acto de propaganda” del presidente Recep Tayyip Erdogan. El Ministerio de Exteriores israelí sostiene que sus acciones militares en Gaza responden a la ofensiva lanzada por Hamás el 7 de octubre de 2023 y acusa al grupo palestino de utilizar infraestructuras civiles para operaciones armadas, lo que niega haber dirigido ataques deliberados contra hospitales o centros humanitarios.
Hamás, en cambio, celebró la decisión turca como una “medida encomiable” que confirma, según el grupo, la posición de Ankara en defensa de la justicia y de la población palestina. Turquía mantiene una relación cercana con el movimiento islamista y ha sido uno de los principales críticos de la campaña militar israelí. Ankara también se unió en 2024 al caso por genocidio presentado por Sudáfrica ante la Corte Internacional de Justicia.
La orden de detención turca llega meses después de que la Corte Penal Internacional emitiera mandatos similares contra Netanyahu y el exministro Yoav Gallant. Aunque la medida tiene un alcance legal limitado fuera del territorio turco, refuerza la creciente presión judicial y diplomática que enfrenta el gobierno israelí en un conflicto que ya supera los 67.000 palestinos muertos, según cifras locales, y que continúa bajo un frágil alto el fuego.
08/11/2025









