En el silencioso y tecnológico corazón de Rabat, los píxeles sustituyeron a la diplomacia tradicional. La ministra marroquí delegada de Transición Digital y Reforma Administrativa, Amal El Fallah Seghrouchni, y su homólogo gabonés de Economía Digital, Mark-Alexandre Doumba, sellaron un entendimiento que pretende ir mucho más allá de los discursos: construir un eje africano de cooperación tecnológica centrado en la inteligencia artificial, la formación digital y la innovación sostenible.
La reunión, discreta pero sustantiva, refleja un giro continental. África empieza a verse no solo como un mercado para las grandes plataformas tecnológicas, sino como un laboratorio de soluciones digitales endógenas, donde la colaboración entre países vecinos sustituye a la dependencia tecnológica exterior. En palabras de El Fallah Seghrouchni, la relación entre Rabat y Libreville debe traducirse en “proyectos palpables que sirvan a la juventud africana”, y no quedarse en el intercambio protocolario de memorandos.
Durante el encuentro, Marruecos presentó sus avances en la carrera digital: el Centro de Excelencia “Maroc Digital for Sustainable Development (D4SD Hub)”, lanzado con el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo, se ha convertido en un símbolo de cómo la tecnología puede impulsar la sostenibilidad y el aprendizaje conjunto. Este centro no solo entrena algoritmos, sino también talentos, con programas que enseñan desde codificación hasta ética de la inteligencia artificial.
Gabón, por su parte, busca una hoja de ruta clara para diversificar su economía y modernizar su administración pública. Doumba, que acudió acompañado por un grupo de jóvenes expertos, elogió la estrategia de digitalización marroquí y expresó su intención de aplicar ese modelo para fortalecer los servicios públicos en su país.
El acuerdo preliminar incluye tres frentes concretos: formación conjunta en inteligencia artificial y análisis de datos, apoyo al aprendizaje en línea a través de plataformas marroquíes y el desarrollo de programas de intercambio de talento juvenil entre universidades y centros tecnológicos de ambos países.
Más allá de los tecnicismos, el fondo es político y generacional. Marruecos busca consolidar su liderazgo tecnológico africano desde la cooperación y no la competencia. Gabón, en transición institucional, visualiza en esta alianza la oportunidad de levantar una economía digital más inclusiva y transparente.
La próxima cita ya está marcada: GITEX Africa, el mayor evento tecnológico del continente, servirá como escaparate para lanzar oficialmente esta cooperación. Si el proyecto avanza como esperan sus arquitectos, Marruecos y Gabón podrían convertirse en pioneros de un nuevo paradigma africano donde la innovación se escribe en código, pero también en colaboración.
04/11/2025






									 
					


