El recrudecimiento de los bombardeos israelíes sobre la Franja de Gaza elevó este miércoles el número de víctimas mortales a más de 100 en pocas horas, según fuentes médicas locales citadas por la agencia palestina WAFA. La escalada se suma a un balance acumulado que ya roza los 64.964 fallecidos y 165.312 heridos desde el inicio de la guerra el 7 de octubre de 2023, con un impacto devastador particularmente en mujeres y niños.
Una tragedia prolongada y sistemática
Los datos revelan no solo la magnitud de las pérdidas humanas, sino también la continuidad de una política militar sostenida por parte de Israel que, de acuerdo con múltiples testimonios, apunta contra infraestructuras civiles. La ciudad de Gaza, densamente poblada, concentra gran parte de los ataques, con torres residenciales y edificios públicos reducidos a escombros, lo que obliga a miles de personas a desplazarse hacia el centro y el sur del enclave.
Samah Hamad, presidenta de la célula gubernamental palestina para intervenciones de emergencia, advirtió que la situación humanitaria se ha vuelto insostenible, especialmente para los grupos más vulnerables, como los niños hospitalizados en cuidados intensivos. Sus declaraciones ilustran el dilema de una población atrapada entre la destrucción material y la imposibilidad de acceder a corredores seguros de evacuación.
Dimensión humanitaria y cuestionamientos internacionales
El drama humanitario en Gaza sigue despertando fuertes críticas en la comunidad internacional. Organizaciones de derechos humanos denuncian que el carácter indiscriminado de los bombardeos contradice los principios del derecho internacional humanitario, que exige la protección de civiles en contextos de guerra.
Al mismo tiempo, la magnitud de las cifras plantea un desafío para los organismos internacionales, cuya capacidad de respuesta se ve limitada por el bloqueo persistente y las restricciones al acceso humanitario. La población gazatí, sometida a desplazamientos forzados y a la destrucción de infraestructuras básicas —agua, electricidad, hospitales—, se encuentra cada vez más aislada frente a la intensificación del conflicto.
Un conflicto que redefine el equilibrio regional
Más allá de las cifras de víctimas, la ofensiva prolongada en Gaza está generando repercusiones políticas y geoestratégicas en la región. El alto costo humano refuerza las divisiones en el escenario internacional y mantiene bajo presión a los actores árabes y musulmanes, que multiplican sus llamados a revisar los vínculos con Israel.
En este sentido, el caso de Gaza no solo evidencia una tragedia humanitaria de proporciones históricas, sino también un punto de fricción que podría reconfigurar las alianzas en Oriente Medio y condicionar las relaciones internacionales en los próximos años.
17/09/2025