Desde la publicación del informe PISA, el 5 de diciembre de este año, reflejando los peores resultados para España a nivel educativo en varias materias, han sido muchas las reacciones políticas y mediáticas en el país sobre este asunto. Una de las más sorprendentes ha sido, sin duda, la procedente de la administración catalana. En un primer momento, el departamento de educación atribuyó los malos resultados en Matemáticas, Ciencias y comprensión lectora a la «sobrerepresentación» de alumnado recién llegado y a los hijos de catalanes de origen inmigrante. Ciertamente, horas después, ante el aluvión de críticas, el mismo departamento rectificó sus alusiones; línea que encaja más con los principios y la postura de la escuela diversa e inclusiva. En este contexto, la Fundación Ibn Battuta, presidida por Mohammed Chaib, con sede en Barcelona, ha emitido un comunicado, ayer domingo, al respecto.
“Estamos muy de acuerdo con la consejera Anna Simó en que el sistema educativo catalán tiene unos buenos fundamentos, pero que tiene puntos que tambalean”, comienza Chaib. En este sentido, hace referencia a que la responsabilidad de los resultados negativos en Cataluña no recae únicamente en la presencia significativa de jóvenes de origen inmigrante en las aulas, sino en una combinación de factores que afectan al sistema educativo catalán. Entre estos últimos destaca la necesidad de ajustarse a los cambios introduciendo las nuevas tecnologías; la adaptación del profesorado a las demandas actuales; y la motivación para apoyar a todos los alumnos, sin rendirse ante la diversidad. Del mismo modo, destaca la importancia de aumentar clara y contundentemente los recursos para abordar los nuevos retos presente en las aulas.

“Debemos hacer país, y la única manera de hacerlo es lograr una equidad en la educación de todos y todas independientemente del origen de los alumnos”. Para ello, añade, “es evidente que hay un elemento esencial en el cual todos deberíamos poner de acuerdo, es el aumento de recursos de manera muy clara y contundente para atender la gran diversidad de nuestras aulas”.
En esta línea, en el mismo comunicado resalta la importancia de referirse a los jóvenes, hijos de inmigrantes, como “niños y niñas catalanes”, pues “no son de ningún otro país extranjero, aunque lo sean de origen de sus padres”. Por esta razón, reivindican invertir lo suficiente en capital humano y económico para abordar el asunto desde una perspectiva abierta a la diversidad.
Del mismo modo, ejemplifican con dos municipios, Aitona y Serós, a los que la Fundación ha brindado apoyo mediante proyectos de refuerzo escolar. Se trataba en un programa donde se implicaban alumnos universitarios de origen marroquí en Cataluña que proporcionaban apoyo al alumnado con más necesidades en los niveles de primaria y ESO. A cambio, la entidad concede unas becas a los jóvenes universitarios por su trabajo.

Con esto, el presidente de la Fundación concluye que para mejorar los resultados de PISA y, paralelamente, tratar las dificultades de los jóvenes catalanes, hijos de inmigrantes, se debe trabajar en “un macroproyecto educativo que llegue a toda Cataluña, dotado de recursos para: refuerzo escolar, mayor conocimiento de la lengua catalana, trabajo con las familias y su incorporación plena en la educación de sus hijos”.
18-12-2023









