En una entrevista en la ‘Cadena SER’, llevada a cabo la mañana de este lunes, el presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, afirma que la amnistía «es poner el contador a cero, pero no es poner la memoria a cero». Así pues, insiste en que «todos debemos extraer lecciones» de lo ocurrido en Cataluña en los últimos años, refiriéndose a la reunión mantenida con el partido político Junts en Ginebra.
De este modo, Sánchez ha anunciado que la reunión de este fin de semana será la primera de una serie de encuentros que se realizarán, tanto en España como en el extranjero. A este respecto, pone especial hincapié en confirmar que las negociaciones con el partido independentista se basarán en lo que está oficialmente documentado, publicado y conocido por la opinión pública. Con esto, destacó que se persigue «un objetivo noble»: la «convivencia» y «restaurar todos aquellos puentes que se rompieron» en 2017.

En esta línea, también detalló que durante la reunión del sábado se discutió la metodología y la elección de la persona que actuará como verificador. Aclaró que esta figura también estará presente en las negociaciones con Esquerra Republicana. Además, ha subrayado que estas negociaciones son entre partidos políticos, recordando el precedente del Gobierno de José María Aznar, que se reunió con ETA en Suiza.
«Todo lo que hagamos estará dentro de la Constitución», ha insistido el presidente, quien, preguntado sobre la opacidad de las reuniones con Junts, ha preferido calificarlo como «obligada discreción», dejando de lado el concepto «secretismo».
Cabe añadir que, al ser preguntado acerca de si Carles Puigdemont debería enfrentar consecuencias legales, el dirigente socialista enfatizó la relevancia de dejar atrás los acontecimientos de 2017. Admitió que, en un principio, no contemplaba una ley de amnistía, pero resaltó la imperante necesidad de ajustarse a las circunstancias actuales; con esto, enmarca esta postura en la política de normalización que ha estado implementando en Cataluña.








