
En un artículo de opinión, la Ministra alemana de Asuntos Exteriores, Annalena Baerbock, ofrece una perspectiva urgente y reflexiva sobre la crisis climática que asola el mundo. Publicado en «Barlamane.com«, su mensaje resuena desde los campos secos de una agricultora en Níger hasta las ciudades enfrentando desafíos climáticos en España, Alemania y Lituania.
La poderosa llamada de la crisis climática
La narrativa de Baerbock se teje entre las historias conmovedoras de aquellos directamente afectados. Desde una agrícultora nigerina cuyos campos yacen secos debido al implacable calor hasta un padre en Palaos, inquieto ante la incertidumbre de si su hogar permanecerá cuando sus hijos sean adultos, cada relato subraya la universalidad de la crisis climática.
Enfocándose en la cruda realidad que enfrentan alcaldes en España, Alemania y Lituania, Baerbock destaca la doble amenaza: la escasez de agua y la creciente peligrosidad de las tormentas. Estos relatos personales forman el corazón del llamado de Baerbock a la acción global, recordándonos que la crisis climática no conoce fronteras y afecta a cada rincón del planeta.
El Fundamento de un mundo climáticamente neutro: El Acuerdo de París
Con optimismo, Baerbock subraya que, a pesar de la gravedad de la situación, contamos con las herramientas necesarias para abordar la crisis climática. Hace referencia al Acuerdo de París de 2015 como un hito crucial, donde la comunidad internacional estableció los cimientos para un mundo climáticamente neutro.
Este acuerdo, según Baerbock, encarna la voluntad política de la comunidad global para enfrentar la crisis. Más de 170 Estados se han comprometido con objetivos climáticos más ambiciosos después de París, y el desarrollo de energías renovables ha experimentado un avance espectacular.
Un llamado urgente para la próxima conferencia mundial sobre el clima en Dubái
Baerbock no pierde de vista la urgencia de la situación mientras anticipa la próxima conferencia mundial sobre el clima en Dubái. Reconoce que nos encontramos en una carrera contra el tiempo y critica la velocidad insuficiente con la que avanzamos actualmente. La próxima COP, señala, representa una oportunidad única para acelerar el ritmo, una oportunidad que, en su opinión, debe ser aprovechada mediante alianzas entre Estados pioneros.
La Ministra revela que en Dubái se llevará a cabo un análisis global, evaluando el progreso desde París. Este análisis permitirá examinar cómo nos hemos desempeñado en alcanzar los objetivos de París y determinar áreas que requieren ajustes.
Acciones esenciales desde la perspectiva alemana
Baerbock presenta tres puntos esenciales desde la perspectiva alemana, delineando un camino hacia un futuro sostenible.
Primero, aboga por una aceleración masiva de la transición energética global antes de 2030. Basándose en datos del Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (GIEC), enfatiza la necesidad de reducir las emisiones globales en al menos un 43% antes de que esta década llegue a su fin. Propone metas ambiciosas para la COP, como triplicar la proporción de energías renovables, duplicar la eficiencia energética y alejarse gradualmente de las energías fósiles.
Baerbock resalta el Pacto Verde de la Unión Europea como un modelo, estableciendo la neutralidad climática para 2050, y destaca el compromiso legal de Alemania de alcanzar la neutralidad climática para 2045. Subraya que la transición energética es una misión global que requiere un esfuerzo concertado.
Segundo, la solidaridad se presenta como el mejor antídoto contra la crisis climática. Baerbock sostiene que Alemania respalda a aquellos que han contribuido mínimamente pero sufren las mayores consecuencias. Detalla que Alemania ha aumentado su financiamiento anual para la acción climática a más de 6 mil millones de euros, tres años antes de lo previsto. Este financiamiento contribuye a la promesa de los países industrializados de desbloquear 100 mil millones de euros para la acción climática, y Baerbock confía en que esta promesa se cumplirá este año.
La Ministra reconoce que la crisis climática ya ha generado repercusiones irreversibles y aboga por un enfoque proactivo en la adaptación al cambio climático. Propone duplicar, para 2025, la contribución de todos los donantes a la adaptación al cambio climático, alcanzando los 40 mil millones de dólares estadounidenses. Alemania se compromete a contribuir a este objetivo.
En este contexto, recuerda la creación de un fondo para las pérdidas y daños en la última conferencia climática. En la próxima COP, Baerbock ve vital confirmar este acuerdo y dotar al fondo de recursos. Insiste en que estos recursos deben beneficiar principalmente a los países más vulnerables y que todos los Estados, incluidos los industrializados y aquellos que han prosperado con las energías fósiles, deben contribuir al fondo.
Tercero, Baerbock destaca la importancia de invertir en asociaciones durante la COP. Reconoce que las condiciones para una transición energética exitosa y la protección del clima varían entre los países. Subraya que la transformación verde solo será efectiva si se moldea de manera socialmente justa. Alemania se compromete a respaldar a sus socios en esta travesía.
La Ministra enfatiza que estos esfuerzos conjuntos no solo benefician al medio ambiente, sino que también son oportunidades para el crecimiento económico, la creación de empleo y la seguridad energética. Propone establecer asociaciones en las áreas de clima, energía y desarrollo, donde ambas partes puedan aprender y beneficiarse mutuamente.
La oportunidad de un futuro compartido
En la conclusión de su artículo, Baerbock reitera la urgencia de la situación y destaca que los próximos días en Dubái representan una oportunidad invaluable. Enfatiza la importancia de comprometerse colectivamente en la senda hacia un futuro climáticamente neutro y resistente.
Apelando a la conciencia global, Baerbock sostiene que la próxima COP no es simplemente una conferencia; es una encrucijada crítica donde las decisiones tomadas influirán en el destino del planeta. Resalta la necesidad de no subestimar la velocidad con la que la crisis climática avanza y la responsabilidad compartida de acelerar la respuesta global.
En su cierre, la Ministra resume la esencia de su llamado a la acción. Propone no solo cumplir los compromisos establecidos en el Acuerdo de París sino superarlos. Sugiere que el mundo, guiado por Estados pioneros, debe triplegar los esfuerzos para acelerar la transición energética global, duplicar los fondos para la adaptación y compensación de pérdidas y daños, y fortalecer las asociaciones para una transformación verde equitativa.
Por: Soufiane Ben Lazaar
30-11-2023









