El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, firmó este jueves un decreto que busca suprimir el Departamento de Educación, una medida largamente esperada y respaldada por sectores conservadores. Sin embargo, su implementación final dependerá de la aprobación del Congreso.
El decreto, firmado en la Casa Blanca en una sala decorada como un aula, instruye a la secretaria de Educación, Linda McMahon, a «facilitar el cierre de la agencia en la mayor medida posible dentro del marco legal». A principios de marzo, el ministerio ya había anunciado la reducción de cerca de 2.000 puestos de trabajo, incluyendo 1.315 empleados federales, disminuyendo casi a la mitad la plantilla de esta institución creada en 1979 bajo la administración de Jimmy Carter.
El Departamento de Educación gestiona miles de millones de dólares destinados a financiar programas para familias de bajos recursos y préstamos estudiantiles para universidades. Además, supervisa el cumplimiento de leyes de derechos civiles que prohíben la discriminación por raza, género u origen en las instituciones educativas. A pesar de esta iniciativa, la legislación estadounidense no permite que el presidente elimine unilateralmente una agencia creada por el Congreso sin su autorización.
Actualmente, los republicanos cuentan con 53 escaños en el Senado frente a los 47 de los demócratas, lo que dificulta alcanzar los 60 votos necesarios para concretar la eliminación del Departamento de Educación.
21/03/2025