El gobierno de Togo está considerando la posibilidad de adherirse a la Alianza de los Estados del Sahel (AES), un bloque regional que incluye a Mali, Níger y Burkina Faso. Esta postura fue expresada el 16 de enero por el ministro de Asuntos Exteriores, Robert Dussey, quien declaró que la decisión depende de la iniciativa presidencial y que su ingreso «no es imposible». Este interés subraya la relevancia creciente de la AES y su conexión con proyectos más amplios como la Alianza Atlántica, liderada por Marruecos.
La AES ha ganado peso político al desvincularse de estructuras tradicionales como la CEDEAO. Su decisión de abandonar la CEDEAO, efectiva a partir del 29 de enero de 2024, refleja su apuesta por nuevas alianzas estratégicas, como la promovida por Marruecos, que busca conectar a los países del Sahel con las potencias atlánticas. Para Togo, esta dinámica ofrece una oportunidad de potenciar su desarrollo económico y reforzar su posición geopolítica.
El puerto de Lomé, clave en esta estrategia, podría facilitar el acceso al mar a países sin litoral como Mali, Níger y Burkina Faso, permitiéndoles diversificar su comercio y fortalecer sus economías. Además, la pertenencia a la AES y la Alianza Atlántica brindaría a Togo beneficios diplomáticos y económicos significativos.
Proyectos como la Alianza Atlántica también cuentan con el interés de países como Chad, que aunque no pertenece aún a la AES, comparte objetivos comunes en seguridad y desarrollo regional. Este proyecto liderado por Marruecos busca consolidar una cooperación sólida entre África y las potencias atlánticas, destacando el papel central del continente africano en la diplomacia mundial.
17/01/2025